Origenes Feature Sampler - Flipbook - Page 28
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INMERSIÓN
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ORÍGENES
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norte, hasta Gerar y Gaza, en el sur, y por el oriente tan lejos como
Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, cerca de Lasa.
Ellos fueron los descendientes de Cam, identificados por clan, idioma,
territorio e identidad nacional.
También le nacieron hijos a Sem, el hermano mayor de Jafet. Sem fue
antepasado de todos los descendientes de Heber.
Los descendientes de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
Los descendientes de Aram fueron Uz, Hul, Geter y Mas.
Arfaxad fue el padre de Sala, y Sala fue el padre de Heber.
Heber tuvo dos hijos. El primero se llamó Peleg (que significa
«división»), porque durante su vida los habitantes del mundo
estaban divididos en diferentes grupos según su idioma. Su hermano
se llamó Joctán.
Joctán fue el antepasado de Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera, Adoram,
Uzal, Dicla, Obal, Abimael, Seba, Ofir, Havila y Jobab. Todos ellos
fueron descendientes de Joctán. El territorio que ocupaban se extendía
desde Mesa hasta Sefar, en las montañas orientales.
Ellos fueron los descendientes de Sem, identificados por clan, idioma,
territorio e identidad nacional.
Esos son los clanes que descendieron de los hijos de Noé, ordenados por
nación, de acuerdo con la línea de descendencia correspondiente. Todas
las naciones de la tierra descendieron de esos clanes después del gran
diluvio.
Hubo un tiempo en que todos los habitantes del mundo hablaban el
mismo idioma y usaban las mismas palabras. Al emigrar hacia el oriente,
encontraron una llanura en la tierra de Babilonia y se establecieron allí.
Comenzaron a decirse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y endurecerlos con fuego». (En esa región, se usaban ladrillos en lugar de piedra y
la brea se usaba como mezcla). Entonces dijeron: «Vamos, construyamos
una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso
nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo».
Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, y dijo: «¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo
idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible! Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros».
De esa manera, el Señor los dispersó por todo el mundo, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso la ciudad se llamó Babel, porque fue
allí donde el Señor confundió a la gente con distintos idiomas. Así los
dispersó por todo el mundo.