Origenes Feature Sampler - Flipbook - Page 22
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INMERSIÓN
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ORÍGENES
5:17–6:8
años más y tuvo otros hijos e hijas. Mahalaleel vivió ochocientos
noventa y cinco años y después murió.
Cuando Jared tenía ciento sesenta y dos años, fue padre de Enoc.
Después del nacimiento de Enoc, Jared vivió ochocientos años más y
tuvo otros hijos e hijas. Jared vivió novecientos sesenta y dos años y
después murió.
Cuando Enoc tenía sesenta y cinco años, fue padre de Matusalén.
Después del nacimiento de Matusalén, Enoc vivió en íntima
comunión con Dios trescientos años más y tuvo otros hijos e hijas.
Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años andando en íntima
comunión con Dios. Y un día desapareció, porque Dios se lo llevó.
Cuando Matusalén tenía ciento ochenta y siete años, fue padre
de Lamec. Después del nacimiento de Lamec, Matusalén vivió
setecientos ochenta y dos años más y tuvo otros hijos e hijas.
Matusalén vivió novecientos sesenta y nueve años y después murió.
Cuando Lamec tenía ciento ochenta y dos años, fue padre de un hijo
varón. Lamec le puso por nombre a su hijo Noé, porque dijo: «Que
él nos traiga alivio de nuestro trabajo y de la penosa labor de cultivar
esta tierra que el Señor ha maldecido». Después del nacimiento
de Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años más y tuvo
otros hijos e hijas. Lamec vivió setecientos setenta y siete años y
después murió.
Cuando Noé tenía quinientos años, fue padre de Sem, Cam y Jafet.
Luego los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra, y les
nacieron hijas. Los hijos de Dios vieron a las hermosas mujeres y tomaron
como esposas a todas las que quisieron. Entonces el Señor dijo: «Mi
Espíritu no tolerará a los humanos durante mucho tiempo, porque solo
son carne mortal. En el futuro, la duración de la vida no pasará de ciento
veinte años».
En esos días y durante algún tiempo después, vivían en la tierra gigantes
nefilitas, pues siempre que los hijos de Dios tenían relaciones sexuales con
las mujeres, ellas daban a luz hijos que luego se convirtieron en los héroes
y en los famosos guerreros de la antigüedad.
El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo
que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. Entonces
el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la
tierra. Se le partió el corazón. Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz
de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo ser
viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales
pequeños que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado». Pero Noé encontró favor delante del Señor.