Inmersion Poetas - Flipbook - Page 54
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S almos
Mis heridas se infectan y dan mal olor
a causa de mis necios pecados.
Me retuerzo atormentado por el dolor;
todo el día estoy lleno de profunda tristeza.
Una fiebre galopante me quema por dentro,
y mi salud está arruinada.
Estoy agotado y totalmente destrozado;
mis gemidos salen de un corazón angustiado.
Señor, tú sabes lo que anhelo;
oyes todos mis suspiros.
Mi corazón late aceleradamente, se me acaban las fuerzas
y estoy quedando ciego.
Mis seres queridos y amigos no se me acercan, por temor a la
enfermedad;
hasta mi propia familia se mantiene a distancia.
Mientras tanto, mis enemigos tienden trampas para
matarme.
Los que desean mi mal hacen planes para arruinarme;
se pasan el día maquinando su traición.
Pero yo hago oídos sordos a sus amenazas;
me quedo callado ante ellos como quien no puede hablar.
Opté por no oír nada,
y tampoco respondo.
Pues a ti te espero, oh Señor.
Tú debes responder por mí, oh Señor mi Dios.
Dije en oración: «No dejes que mis enemigos se burlen
de mí,
ni que se regodeen en mi caída».
Estoy al borde del colapso,
haciendo frente a un dolor constante.
Pero confieso mis pecados;
estoy profundamente arrepentido por lo que hice.
Tengo muchos enemigos agresivos;
me odian sin razón.
Me pagan mal por bien
y se me oponen porque procuro lo bueno.
No me abandones, oh Señor;
no te quedes lejos, Dios mío.
Ven pronto a ayudarme,
oh Señor, mi salvador.
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