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INTRODUCCIÓN A INMERSIÓN
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en absoluto qué partes hacen referencia al mismo tema o dónde comienza
o termina el cuerpo principal de la carta.
Las versiones modernas de la Biblia también incluyen cientos de notas
de pie de página y referencias cruzadas a lo largo del texto. Aunque esas
herramientas proveen información que puede ser de utilidad en ciertos
escenarios, está el peligro de que también nos empujen a tratar la Biblia
como un libro de consulta. Estar constantemente yendo y viniendo del
texto a las notas es una experiencia muy distinta a la de sumergirnos en la
lectura de la Biblia.
Tercero, el orden en el que aparecen los libros es otro factor importante
para leer la Biblia bien y en forma integral. Durante la mayor parte de la
historia de la Biblia, sus libros no estuvieron ubicados en un orden fijo. En
lugar de eso, estuvieron organizados en una gran variedad de posiciones,
dependiendo de las necesidades y objetivos de cada presentación. En algunos casos, libros del mismo período de tiempo se ubicaban juntos. En
otros, se juntaban libros del mismo género literario. Y en aún otros casos,
los libros de la Biblia se organizaron según el orden en que la comunidad
los utilizaba en sus reuniones de adoración.
El orden de los libros que conocemos hoy no quedó fijado hasta aproximadamente la época en que se inventó la imprenta en el siglo xv. Este
ordenamiento tiene muchas desventajas. Por ejemplo, presenta las cartas
de Pablo según la extensión (de la más larga hasta la más corta) en lugar del
orden en que las escribió. Además, en ese ordenamiento, los libros de los
profetas están divididos en grupos según su extensión, y los libros más
cortos están organizados sobre la base de frases que comparten. Esta clasificación saca a los libros de su orden histórico y obliga al lector a ir y
volver de un siglo a otro. Y hay muchas otras desventajas similares en lo
que conocemos como el orden tradicional.
Esta edición retorna a la larga tradición de la iglesia de organizar los
libros de la Biblia de una manera que facilita el cumplimiento de un objetivo
específico. Para ayudar a los lectores a profundizar más en la gran historia
de la Biblia, ubicamos las cartas de Pablo en su posible orden histórico.
Los libros de los profetas están ordenados siguiendo un criterio similar.
Además, la colección de libros proféticos se ha ubicado inmediatamente
después de la historia de Israel porque los profetas fueron los mensajeros
del pueblo de Dios durante el desarrollo de esa historia. Los restantes libros
del Primer Testamento, conocidos tradicionalmente como «los Escritos»,
se ubican después de los profetas y se organizan según el género literario.
Las introducciones a los diversos grupos de libros en esta Biblia dan más
detalles y explicaciones sobre cómo fueron organizados.
Finalmente, algunos libros completos de la Biblia fueron divididos en
partes a lo largo del tiempo. Los libros de Samuel y Reyes eran originalmente
