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INMERSIÓN
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P O E TA S
matanza; de manera similar, el rey Herodes manda a matar a muchos bebés
israelitas en su intento de matar a Jesús, pero el niño se salva. La familia de
Israel se mudó a Egipto para sobrevivir a una hambruna terrible; la familia
de Jesús también sobrevive al mudarse a Egipto. Israel cruzó el río Jordán
para entrar a la Tierra Prometida; Jesús es bautizado en el río Jordán antes
de iniciar su ministerio en Israel. Israel pasó cuarenta años en el desierto,
luchando con las tentaciones; Jesús pasa cuarenta días de ayuno en el desierto, tentado por el diablo. Y así como Israel tuvo doce hijos que dieron
origen a las doce tribus, Jesús elige doce hombres para ser sus seguidores
más cercanos. En todo esto, Jesús revive aspectos de la historia antigua de
Israel, pero con un resultado diferente. Jesús renueva la historia de Israel y
revive a Israel, a través de sí mismo.
En su mensaje de apertura al pueblo de Israel, Jesús los llama a ser la
luz que siempre estuvieron destinados a ser, a anunciar la Buena Noticia de
Dios de que está ocurriendo algo sin precedentes en la historia de Israel.
Demuestra con palabras poderosas y hechos milagrosos cómo son las cosas
cuando Dios viene como Rey: enseña, corrige y sana. Jesús es ampliamente
reconocido como un maestro y poderoso profeta en Israel, pero los líderes
religiosos del momento lo ven como un problema nuevo y peligroso. Jesús
critica su liderazgo y, con ello, amenaza sus posiciones de poder.
Esa tensión entre Jesús y los líderes religiosos judíos va creciendo hasta
que Jesús viaja a Jerusalén para una confrontación final. Sus doce discípulos ahora lo reconocen como el Hijo de David, el Mesías, pero todavía no
comprenden su misión. Suponen que Jesús luchará contra sus enemigos
y reclamará el trono. Pero Jesús habla de otro tipo de batalla. Dice que
su lucha es contra los poderes de oscuridad y el gobernante espiritual de
este mundo.
Luego, durante la celebración anual del éxodo, Jesús comparte una
última cena de Pascua con sus discípulos. Les explica que su muerte inaugurará el nuevo pacto prometido por los profetas. Es arrestado por los
líderes religiosos y entregado a los romanos para su ejecución. Es clavado
en una cruz, con un letrero que dice «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
Realmente parece como que Jesús ha sido derrotado, que después de todo
no es ningún rey. Pero tres días después, Jesús es levantado de entre los
muertos y se aparece a sus discípulos.
Resulta que Jesús fue a la muerte deliberadamente, como sacrificio por
los pecados de la gente. Por medio de su sacrificio, obtiene una asombrosa
victoria sobre los poderes espirituales de la oscuridad. Derrota al pecado
y a la muerte de una vez —irónicamente, a través de su propia muerte— y
los vacía de su poder sobre la humanidad. Entonces confirma su triunfo al
resucitar de la muerte. Esta inesperada historia del Mesías de Israel revela
el plan a largo plazo de Dios. Todos los pactos anteriores apuntaban a este.
