Inmersion Poetas - Flipbook - Page 276
7:27–8:15
E clesiast é s
263
que agradan a Dios escaparán de ella, pero los pecadores caerán en su
trampa.
«Llegué a la siguiente conclusión —dice el Maestro—, la descubrí
después de analizar la cuestión desde todos los ángulos posibles. Aunque
lo he investigado una y otra vez, veo que aún no encuentro lo que buscaba. Hay solo un hombre virtuoso entre mil, ¡pero ni una sola mujer! Sin
embargo, sí encontré lo siguiente: D
ios creó al ser humano para que sea
virtuoso, pero cada uno decidió seguir su propio camino descendente».
Qué maravilloso es ser sabio,
poder analizar e interpretar las cosas.
La sabiduría ilumina el rostro de una persona;
suaviza la dureza de sus facciones.
Obedece al rey porque lo juraste ante Dios. No trates de evitar cumplir
con tu deber ni te juntes con los que conspiran maldad, porque el rey
puede hacer lo que se le antoje. Sus órdenes tienen el respaldo de su gran
poder. Nadie puede oponerse ni cuestionarlas. Quienes lo obedezcan no
serán castigados. Los sabios encontrarán el momento y la forma de hacer
lo correcto, pues hay un tiempo y un modo para cada cosa, incluso cuando
uno está en apuros.
Además, ¿cómo puede uno evitar lo que no sabe que está por suceder?
Nadie puede retener su espíritu y evitar que se marche. Nadie tiene el
poder de impedir el día de su muerte. No hay forma de escapar de esa cita
obligatoria: esa batalla oscura. Y al enfrentarse con la muerte, la maldad
no rescatará al malvado.
He reflexionado mucho acerca de todo lo que ocurre bajo el sol, donde
las personas tienen poder para herirse unas a otras. He visto que hay malvados que reciben honores en su entierro. Sin embargo, eran los mismos
que frecuentaban el templo, ¡y hoy se les alaba en la misma ciudad donde
cometieron sus delitos! Eso tampoco tiene sentido. Cuando no se castiga
enseguida un delito, la gente siente que no hay peligro en cometer maldades. Sin embargo, aunque una persona peque cien veces y siga gozando
de muchos años de vida, yo sé que les irá mejor a los que temen a Dios.
Los malvados no prosperarán, porque no temen a D
ios. Sus días nunca se
prolongarán, como lo hacen las sombras del anochecer.
Y eso no es todo lo que carece de sentido en nuestro mundo. En esta
vida, a las personas buenas se les suele tratar como si fueran malvadas, y a
las malvadas, como si fueran buenas. ¡Eso no tiene ningún sentido!
Entonces sugiero que se diviertan, ya que en este mundo no hay nada
mejor para la gente que comer, beber y disfrutar de la vida. De ese modo,