Inmersion Poetas - Flipbook - Page 272
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E clesiast é s
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Luego observé que a la mayoría de la gente le interesa alcanzar el éxito
porque envidia a sus vecinos; pero eso tampoco tiene sentido, es como
perseguir el viento.
«Los necios se cruzan de brazos,
y acaban en la ruina».
Sin embargo,
«es mejor tener un puñado con tranquilidad
que tener dos puñados con mucho esfuerzo
y perseguir el viento».
También observé otro ejemplo de algo absurdo bajo el sol. Es el caso de un
hombre que está totalmente solo, sin hijos ni hermanos, no obstante trabaja mucho para acumular toda la riqueza posible. Sin embargo, luego se
pregunta: «¿Para quién trabajo? ¿Por qué me privo de tantos placeres?».
Nada tiene sentido, todo es tan deprimente.
Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente
a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el
que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos
personas se recuestan juntas, pueden brindarse calor mutuamente; pero
¿cómo hace uno solo para entrar en calor? Alguien que está solo puede
ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda
y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se corta
fácilmente.
Es mejor ser un joven pobre pero sabio que ser un rey viejo y necio que rechaza todo consejo. Un joven así podría salir de la pobreza y triunfar. Hasta
podría llegar a ser rey, aunque hubiera estado en la cárcel. Sin embargo,
luego todo el mundo corre a aliarse con otro joven que lo reemplaza. Lo
rodean innumerables multitudes, pero luego surge otra generación y lo rechaza a él también. Así que nada tiene sentido, es como perseguir el viento.
Cuando entres en la casa de D
ios, abre los oídos y c ierra la boca. El que
presenta ofrendas a D
ios sin pensar hace mal. No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de D
ios. Después
de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que
sean pocas tus palabras.
Demasiada actividad trae pesadillas; demasiadas palabras te hacen
necio.
Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a
Dios no le agradan los necios. Cumple todas las promesas que le hagas. Es