Inmersion Poetas - Flipbook - Page 220
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P ro v er b ios
Pues el marido celoso de la mujer se enfurecerá,
y no tendrá misericordia cuando se cobre venganza.
No aceptará ninguna clase de compensación
ni habrá suma de dinero que lo satisfaga.
Hijo mío, sigue mi consejo;
atesora siempre mis mandatos.
¡Obedece mis mandatos y vive!
Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos.
Átalas a tus dedos como un recordatorio;
escríbelas en lo profundo de tu corazón.
Ama a la sabiduría como si fuera tu hermana
y haz a la inteligencia un querido miembro de tu familia.
Deja que ellas te prevengan de tener una aventura con una
mujer inmoral
y de escuchar las adulaciones de una mujer promiscua.
Mientras estaba junto a la ventana de mi casa,
mirando a través de la cortina,
vi a unos muchachos ingenuos;
a uno en particular que le faltaba sentido común.
Cruzaba la calle cercana a la casa de una mujer inmoral
y se paseaba frente a su casa.
Era la hora del crepúsculo, al anochecer,
mientras caía la densa oscuridad.
La mujer se le acercó,
vestida de manera seductora y con corazón astuto.
Era rebelde y descarada,
de esas que nunca están conformes con quedarse
en casa.
Suele frecuentar las calles y los mercados,
ofreciéndose en cada esquina.
Lo rodeó con sus brazos y lo besó,
y mirándolo con descaro le dijo:
«Acabo de hacer mis ofrendas de paz
y de cumplir mis votos.
¡Tú eres precisamente al que estaba buscando!
¡Salí a encontrarte y aquí estás!
Mi cama está tendida con hermosas colchas,
con coloridas sábanas de lino egipcio.
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