Inmersion Poetas - Flipbook - Page 150
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S almos
En tu amor inagotable, perdona mi vida;
entonces podré continuar obedeciendo tus leyes.
Lámed
Tu eterna palabra, oh Señor,
se mantiene firme en el cielo.
Tu fidelidad se extiende a cada generación,
y perdura igual que la tierra que creaste.
Tus ordenanzas siguen siendo verdad hasta el día de hoy,
porque todo está al servicio de tus planes.
Si tus enseñanzas no me hubieran sostenido con alegría,
ya habría muerto en mi sufrimiento.
Jamás olvidaré tus mandamientos,
pues por medio de ellos me diste vida.
Soy tuyo, ¡rescátame!,
porque me he esforzado mucho en obedecer tus mandamientos.
Aunque los malvados se escondan por el camino para matarme,
con calma, mantendré mi mente puesta en tus leyes.
Aun la perfección tiene sus límites,
pero tus mandatos no tienen límite.
Mem
¡Oh, cuánto amo tus enseñanzas!
Pienso en ellas todo el día.
Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos,
pues me guían constantemente.
Así es, tengo mejor percepción que mis maestros,
porque siempre pienso en tus leyes.
Hasta soy más sabio que los ancianos,
porque he obedecido tus mandamientos.
Me negué a andar por cualquier mal camino,
a fin de permanecer obediente a tu palabra.
No me he apartado de tus ordenanzas,
porque me has enseñado bien.
¡Qué dulces son a mi paladar tus palabras!
Son más dulces que la miel.
Tus mandamientos me dan entendimiento;
¡con razón detesto cada camino falso de la vida!
Nun
Tu palabra es una lámpara que guía mis pies
y una luz para mi camino.
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