Inmersion Poetas - Flipbook - Page 114
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S almos
Son como la hierba que brota en la mañana.
Por la mañana se abre y florece,
pero al anochecer está seca y marchita.
Nos marchitamos bajo tu enojo;
tu furia nos abruma.
Despliegas nuestros pecados delante de ti
—nuestros pecados secretos— y los ves todos.
Vivimos la vida bajo tu ira,
y terminamos nuestros años con un gemido.
¡Setenta son los años que se nos conceden!
Algunos incluso llegan a ochenta.
Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas;
pronto desaparecen, y volamos.
¿Quién puede comprender el poder de tu enojo?
Tu ira es tan imponente como el temor que mereces.
Enséñanos a entender la brevedad de la vida,
para que crezcamos en sabiduría.
¡Oh Señor, vuelve a nosotros!
¿Hasta cuándo tardarás?
¡Compadécete de tus siervos!
Sácianos cada mañana con tu amor inagotable,
para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida.
¡Danos alegría en proporción a nuestro sufrimiento anterior!
Compensa los años malos con bien.
Permite que tus siervos te veamos obrar otra vez,
que nuestros hijos vean tu gloria.
Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación
y haga que nuestros esfuerzos prosperen.
Sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!
SALMO 91
Los que viven al amparo del Altísimo
encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
Declaro lo siguiente acerca del Señor:
Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Te rescatará de toda trampa
y te protegerá de enfermedades mortales.
Con sus plumas te cubrirá
y con sus alas te dará refugio.
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