Reinos Feature Sampler - Flipbook - Page 19
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JOSué
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usaremos para levantar un monumento conmemorativo. En el futuro, sus
hijos les preguntarán: “¿Qué significan estas piedras?”. Y ustedes podrán
decirles: “Nos recuerdan que el río Jordán dejó de fluir cuando el arca del
pacto del Señor cruzó por allí”. Esas piedras quedarán como un recordatorio en el pueblo de Israel para siempre».
Así que los hombres hicieron lo que Josué les había ordenado. Tomaron
doce piedras del medio del río Jordán, una por cada tribu, tal como el
Señor le había dicho a Josué. Las llevaron al lugar donde acamparon esa
noche y construyeron allí el monumento.
Josué también apiló otras doce piedras a la mitad del Jordán, en el lugar
donde estaban parados los sacerdotes que llevaban el arca del pacto. Y las
piedras siguen allí hasta el día de hoy.
Los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron en medio del río hasta
que se llevaron a cabo todos los mandatos del Señor que Moisés le había
dado a Josué. Mientras tanto, el pueblo se apresuró a cruzar el lecho del río.
Y cuando todos estaban a salvo en la otra orilla, los sacerdotes terminaron
de cruzar con el arca del Señor mientras el pueblo observaba.
Los guerreros armados de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la
media tribu de Manasés iban delante de los israelitas al cruzar el Jordán, tal
como Moisés había indicado. Esos hombres armados —unos cuarenta mil
en total— estaban listos para la guerra, y el Señor iba con ellos mientras
cruzaban hacia la llanura de Jericó.
Ese día, el Señor convirtió a Josué en un gran líder a los ojos de todos
los israelitas, quienes, por el resto de su vida, lo respetaron tanto como
habían respetado a Moisés.
El Señor le había dicho a Josué: «Ordénales a los sacerdotes que llevan
el arca del pacto que salgan del lecho del río». Así que Josué dio la orden.
En cuanto los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del Señor salieron
del lecho del río y sus pies pisaron tierra firme, las aguas del Jordán volvieron a fluir y desbordaron el cauce como antes.
El pueblo cruzó el Jordán el décimo día del primer mes. Después acamparon en Gilgal, al oriente de Jericó. Fue allí, en Gilgal, donde Josué apiló
las doce piedras que había tomado del río Jordán.
Entonces Josué les dijo a los israelitas: «En el futuro, sus hijos preguntarán: “¿Qué significan estas piedras?”. Y ustedes podrán decirles: “Aquí es
donde los israelitas cruzaron el Jordán sobre tierra seca”. Pues el Señor su
Dios secó el río a la vista de ustedes y lo mantuvo seco hasta que todos cruzaran, tal como hizo con el mar Rojo cuando lo secó hasta que todos terminamos de cruzar. Lo hizo para que todas las naciones de la tierra supieran
que la mano del Señor es poderosa, y para que ustedes temieran al Señor
su Dios para siempre».
Cuando todos los reyes amorreos al occidente del Jordán y todos los