Origenes Feature Sampler - Flipbook - Page 16
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INMERSIÓN
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ORÍGENES
1:18-31
iluminar la tierra, para que gobernaran el día y la noche, y para separar
la luz de la oscuridad. Y Dios vio que esto era bueno.
Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el cuarto día.
Entonces Dios dijo: «Que las aguas se colmen de peces y de otras
formas de vida. Que los cielos se llenen de aves de toda clase». Así
que Dios creó grandes criaturas marinas y todos los seres vivientes
que se mueven y se agitan en el agua y aves de todo tipo, cada uno
produciendo crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era
bueno. Entonces Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean
fructíferos y multiplíquense. Que los peces llenen los mares y las aves
se multipliquen sobre la tierra».
Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el quinto día.
Entonces Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de animales,
que cada uno produzca crías de la misma especie: animales
domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y
animales salvajes»; y eso fue lo que sucedió. Dios hizo toda clase
de animales salvajes, animales domésticos y animales pequeños; cada
uno con la capacidad de producir crías de la misma especie. Y Dios
vio que esto era bueno.
Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra
imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces
del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales
salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo».
Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen.
A imagen de Dios los creó;
hombre y mujer los creó.
Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean
fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella.
Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales
que corren por el suelo».
Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con
semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les
sirvan de alimento. Y he dado toda planta verde como alimento para
todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales
pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene
vida»; y eso fue lo que sucedió.
Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy
bueno!
Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.