Inmersion Reinos NTV - Flipbook - Página 301
2R
| 25:18-30
SAMUEL–REYES
289
metros con treinta centímetros de alto. El capitel de bronce en la parte
superior de cada columna era de dos metros con treinta centímetros de
alto y estaba decorado alrededor con una red de granadas hecha de bronce.
Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó consigo como prisioneros
al sumo sacerdote Seraías, al sacerdote de segundo rango Sofonías, y a los
tres porteros principales. De la gente que seguía escondida en la ciudad, se
llevó a un oficial que había estado al mando del ejército judío, a cinco de
los consejeros personales del rey, al secretario principal del comandante
del ejército, quien estaba a cargo del reclutamiento, y a otros sesenta ciudadanos. Nabuzaradán, capitán de la guardia, los llevó a todos ante el rey de
Babilonia, que se encontraba en Ribla. Allí, en Ribla, en la t ierra de Hamat,
el rey de Babilonia mandó que los ejecutaran a todos. Así que el pueblo de
Judá fue expulsado de su tierra y llevado al destierro.
Luego el rey Nabucodonosor nombró gobernador sobre la gente que
había dejado en Judá a Gedalías, hijo de Ahicam y nieto de Safán. Cuando
todos los comandantes del ejército y sus hombres se enteraron de que el
rey de Babilonia había nombrado gobernador a Gedalías, fueron a verlo
a Mizpa. En ese grupo estaban Ismael, hijo de Netanías; Johanán, hijo de
Carea; Seraías, hijo de Tanhumet el netofatita; Jezanías, hijo del maacateo;
y todos sus hombres.
Gedalías les juró que los funcionarios babilónicos no querían hacerles
ningún daño. «No les tengan miedo. Vivan en la t ierra y sirvan al rey de
Babilonia, y todo les irá bien», les prometió.
Después, a mediados del otoño de ese año, Ismael, hijo de Netanías y
nieto de Elisama, quien era miembro de la familia real, fue con diez hombres a Mizpa y mató a Gedalías. También mató a todos los judíos y babilonios que estaban con él en Mizpa.
Entonces toda la gente de Judá, desde el menos importante hasta el más
importante, junto con los comandantes del ejército, huyeron despavoridos
a Egipto, porque tenían miedo de lo que pudieran hacerles los babilonios.
En el año treinta y siete del exilio de Joaquín, rey de Judá, Evil-merodac
ascendió al trono de Babilonia. El nuevo rey fue bondadoso con Joaquín
y lo sacó de la cárcel el 2 de abril de ese año. Le habló con amabilidad y le
dio una posición superior a la de los demás reyes exiliados en Babilonia. Le
proporcionó a Joaquín ropa nueva para reemplazar la ropa de prisionero
y le permitió comer en presencia del rey por el resto de su vida. Así que el
rey le dio una ración diaria de comida mientras vivió.
InmersionReinos_NTV.indd 289
11/27/2017 8:25:58 AM