Inmersion Reinos NTV - Flipbook - Página 221
1R
| 8:66–9:14
SAMUEL–REYES
209
Una vez terminado el festival, Salomón despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas llenos de alegría y muy contentos, porque el Señor había sido bueno con su siervo David y con su pueblo Israel.
Así que Salomón terminó de construir el templo del Señor y también el
palacio real. Llevó a cabo todo lo que había pensado hacer. Entonces el
Señor se le apareció a Salomón por segunda vez, como lo había hecho en
Gabaón. El S eñor le dijo:
«He oído tu oración y lo que me pediste. He apartado este templo
para que sea santo, este lugar que has construido, donde mi nombre
será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy
preciado a mi corazón.
»En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud como lo
hizo tu padre David y obedeces todos mis mandatos, decretos y
ordenanzas, entonces estableceré tu dinastía en el trono de Israel para
siempre. Pues a tu padre David le prometí: “Siempre habrá uno de tus
descendientes en el trono de Israel”.
»Sin embargo, si tú o tus descendientes me abandonan y
desobedecen los mandatos y los decretos que les he dado, y sirven y
rinden culto a otros dioses, entonces desarraigaré a Israel de la tierra
que le he dado. Rechazaré este templo que hice santo para honrar mi
nombre. Haré que Israel sea objeto de burla y de ridículo entre las
naciones; y aunque ahora este templo sea imponente, todos los que
pasen por allí quedarán horrorizados y darán un grito ahogado a causa
del horror. Preguntarán: “¿Por qué habrá hecho el Señor cosas tan
terribles a esta tierra y a este templo?”.
»Y la respuesta será: “Porque los israelitas abandonaron al Señor
su Dios, quien sacó a sus antepasados de Egipto, y rindieron culto a
otros dioses y se inclinaron ante ellos. Por esa razón el Señor les envió
tantas calamidades”».
Salomón tardó veinte años en construir el templo del Señor y su propio palacio real. Al cabo de ese tiempo, Salomón le dio a Hiram, rey de
Tiro, veinte ciudades en la tierra de Galilea. (Hiram había provisto toda
la madera de cedro y de ciprés y todo el oro que Salomón había pedido).
Sin embargo, cuando Hiram llegó desde Tiro para ver las ciudades que
Salomón le había dado, no le gustaron nada. «¿Qué clase de ciudades son
estas, hermano?», le preguntó. Por eso Hiram llamó a esa región Cabul
(que significa «sin ningún valor»), y así se conoce hasta el día de hoy. Sin
embargo, Hiram le pagó a Salomón cuatro mil kilos de oro.
InmersionReinos_NTV.indd 209
11/27/2017 8:25:49 AM