Inmersion Reinos NTV - Flipbook - Página 189
Samue
2S
–REYES
| 19:11-26
177
para que nos gobernara, está muerto. ¿Por qué no pedirle a D
avid que
regrese y sea nuestro rey otra vez?».
Entonces el rey David envió a los sacerdotes Sadoc y Abiatar para que les
dijeran a los ancianos de Judá: «¿Por qué son ustedes los últimos en dar
la bienvenida al rey en su regreso al palacio? Pues he oído que todo Israel
está listo. ¡Ustedes son mis parientes, mi propia tribu, mi misma sangre!
¿Por qué son los últimos en dar la bienvenida al rey?». Además D
avid les
pidió que le dijeran a Amasa: «Como eres de mi misma sangre, al igual que
Joab, que Dios me castigue y aun me mate si no te nombro comandante
de mi ejército en su lugar».
Así que Amasa convenció a todos los hombres de Judá, y ellos respondieron unánimemente. Y le mandaron a decir al rey: «Regrese a nosotros,
y traiga de vuelta a todos los que lo acompañan».
Así que el rey emprendió su regreso a Jerusalén. Cuando llegó al río Jordán, la gente de Judá fue hasta Gilgal para encontrarse con él y escoltarlo
hasta el otro lado del río. Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de
Benjamín, se apresuró a cruzar junto con los hombres de Judá para darle
la bienvenida al rey David. Otros mil hombres de la tribu de Benjamín
estaban con él, entre ellos Siba, el sirviente principal de la casa de Saúl, los
quince hijos de Siba y sus veinte sirvientes. Bajaron corriendo hasta llegar
al Jordán para recibir al rey. Cruzaron los vados del Jordán para llevar a
todos los de la casa del rey al otro lado del río, ayudándolo en todo lo que
pudieron.
Cuando el rey estaba a punto de cruzar el río, Simei cayó de rodillas ante él.
—Mi señor el rey, por favor, perdóneme —le rogó—. Olvide la terrible
cosa que su siervo hizo cuando usted dejó Jerusalén. Que el rey lo borre de
su mente. Estoy consciente de cuánto he pecado. Es por eso que he venido
aquí este día, siendo el primero en todo Israel en recibir a mi señor el rey.
Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo:
—¡Simei debe morir, porque maldijo al rey ungido por el Señor!
—¿Quién les pidió su opinión a ustedes, hijos de Sarvia? —exclamó
David—. ¿Por qué hoy se han convertido en mis adversarios? ¡Este no es
un día de ejecución, pues hoy he vuelto a ser el rey de Israel!
Entonces, volviéndose a Simei, David juró:
—Se te perdonará la vida.
Ahora bien, Mefiboset, el nieto de Saúl, descendió de Jerusalén para encontrarse con el rey. No había cuidado sus pies, cortado su barba ni lavado
su ropa desde el día en que el rey dejó Jerusalén.
—¿Por qué no viniste conmigo, Mefiboset? —le preguntó el rey.
Mefiboset contestó:
InmersionReinos_NTV.indd 177
11/27/2017 8:25:46 AM