Inmersion Reinos NTV - Flipbook - Página 179
Samue
2S
–REYES
| 14:11-29
167
Luego ella dijo:
—Por favor, júreme por el Señor su Dios que no dejará que nadie tome
venganza contra mi hijo. No quiero más derramamiento de sangre.
—Tan cierto como que el Señor vive —le respondió—, ¡no se tocará
ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo!
—Por favor, permítame preguntar una cosa más a mi señor el rey —dijo
ella.
—Adelante, habla —respondió él.
Ella contestó:
—¿Por qué no hace por el pueblo de Dios lo mismo que prometió hacer
por mí? Se ha declarado culpable a sí mismo al tomar esta decisión, porque
ha rehusado traer a casa a su propio hijo desterrado. Todos moriremos
algún día. Nuestra vida es como agua derramada en el suelo, la cual no se
puede volver a juntar. Pero D
ios no arrasa con nuestra vida, sino que idea
la manera de traernos de regreso cuando hemos estado separados de él.
»He venido a rogarle a mi señor el rey porque la gente me ha amenazado. Me dije: “Tal vez el rey me escuche y nos rescate de los que quieren
quitarnos la herencia que Dios nos dio. Sí, mi señor el rey nos devolverá la
tranquilidad de espíritu”. Sé que usted es como un ángel de D
ios que puede
distinguir entre lo bueno y lo malo. Que el S eñor su Dios esté con usted.
—Tengo que saber algo —le dijo el rey—, y dime la verdad.
—¿Sí, mi señor el rey? —respondió ella.
—¿ Joab te incitó a hacer esto?
Y la mujer contestó:
—Mi señor el rey, ¿cómo podría negarlo? Nadie puede esconder nada
de usted. Sí, Joab me envió y me dijo qué decir. Lo hizo para que pueda ver
el asunto con otros ojos. ¡Pero usted es tan sabio como un ángel de Dios,
y comprende todo lo que sucede entre nosotros!
Entonces el rey mandó llamar a Joab y le dijo:
—Está bien, ve y trae de regreso al joven Absalón.
Joab se inclinó rostro en tierra con profundo respeto y dijo:
—Por fin sé que cuento con su favor, mi señor el rey, porque me ha
concedido esta petición.
Enseguida Joab fue a Gesur y trajo a Absalón de regreso a Jerusalén.
Pero el rey dio esta orden: «Absalón puede ir a su propia casa, pero jamás
vendrá a mi presencia». De manera que Absalón no vio al rey.
Absalón era elogiado como el hombre más apuesto de todo Israel. De pies
a cabeza era perfecto. Se cortaba el cabello una vez al año, y lo hacía solo
porque era muy pesado. ¡El peso de su cabello era de más de dos kilos!
Tenía tres hijos y una hija. Su hija se llamaba Tamar, y era muy hermosa.
Absalón vivió dos años en Jerusalén, pero nunca pudo ver al rey. Así
InmersionReinos_NTV.indd 167
11/27/2017 8:25:45 AM