Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 455
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
Se meten en todas las casas;
como ladrones trepan por las ventanas.
La tierra tiembla mientras avanzan
y los cielos se estremecen.
El sol y la luna se oscurecen
y las estrellas dejan de brillar.
El Señor va a la cabeza de la columna;
con un grito los guía.
Este es su ejército poderoso
y ellos siguen sus órdenes.
El día del Señor es algo imponente y pavoroso.
¿Quién lo podrá sobrevivir?
Por eso dice el Señor:
«Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo;
entréguenme su corazón.
Acérquense con ayuno, llanto y luto.
No se desgarren la ropa en su dolor
sino desgarren sus corazones».
Regresen al Señor su Dios,
porque él es misericordioso y compasivo,
lento para enojarse y lleno de amor inagotable.
Está deseoso de desistir y no de castigar.
¿Quién sabe? Quizá les suspenda el castigo
y les envíe una bendición en vez de esta maldición.
Quizá puedan ofrendar grano y vino
al Señor su Dios, como lo hacían antes.
¡Toquen el cuerno de carnero en Jerusalén!
Proclamen un tiempo de ayuno;
convoquen al pueblo
a una reunión solemne.
Reúnan a toda la gente:
ancianos, niños y aun los bebés.
Llamen al novio de su habitación
y a la novia de su cuarto de espera.
Que los sacerdotes, quienes sirven en la presencia del Señor,
se levanten y lloren entre la entrada del templo y el altar.
Que oren: «¡Perdona a tu pueblo, Señor!
No permitas que tu preciada posesión se convierta en objeto
de burla.
2:10-17