Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 431
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
6:12–7:12
corona en la cabeza de Jesúa hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote. Dile:
“El Señor de los Ejércitos Celestiales declara: ‘Este es el hombre llamado
el Retoño. Él echará ramas desde donde está y construirá el templo del
Señor’”. Así es, él construirá el templo del Señor. Entonces recibirá el
honor real y desde su trono gobernará como rey; también desde su trono
servirá como sacerdote y habrá armonía perfecta entre sus dos oficios.
»La corona servirá de recordatorio en el templo del Señor en reconocimiento a quienes la obsequiaron: Heldai, Tobías, Jedaías y Josías, hijo
de Sofonías».
Vendrá gente desde tierras lejanas a reedificar el templo del Señor.
Cuando esto ocurra, ustedes sabrán que mis mensajes vinieron del Señor
de los Ejércitos Celestiales. Todo esto sucederá si ustedes se aseguran de
obedecer lo que dice el Señor su Dios.
El 7 de diciembre del cuarto año del reinado del rey Darío, el Señor le
dio otro mensaje a Zacarías. El pueblo de Betel había enviado a Sarezer y
a Regem-melec, junto con sus asistentes, para buscar el favor del Señor.
Les encargaron hacer la siguiente pregunta a los profetas y a los sacerdotes
del templo del Señor de los Ejércitos Celestiales: «¿Debemos continuar
de luto y ayuno cada verano en el aniversario de la destrucción del templo,
como lo hemos estado haciendo durante muchos años?».
En respuesta, el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió este mensaje: «Diles a tu pueblo y a tus sacerdotes: “Durante estos setenta años de
destierro, cuando ayunaban y se vestían de luto en el verano y a comienzos
del otoño, ¿hacían los ayunos realmente para mí? Incluso ahora, cuando
comen y beben en sus festivales santos, ¿no lo hacen para complacerse a sí
mismos? ¿No es este el mismo mensaje del Señor que los profetas proclamaron en años anteriores cuando Jerusalén y los pueblos de Judá estaban
llenos de gente y el Neguev y las colinas de Judá estaban bien poblados?”».
Luego Zacarías recibió este mensaje del Señor: «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: juzguen con imparcialidad y muestren compasión y
bondad el uno por el otro. No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a
los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros.
»Sus antepasados se negaron a escuchar este mensaje. Volvieron la
espalda tercamente y se taparon los oídos para no oír. Endurecieron su
corazón como la piedra para no oír las instrucciones ni los mensajes que
el Señor de los Ejércitos Celestiales les había enviado por su Espíritu por
medio de los antiguos profetas. Por eso el Señor de los Ejércitos Celestiales se enojó tanto con ellos.