Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 420
HAGEO
El 29 de agosto del segundo año del reinado del rey Darío, el Señor dio
un mensaje por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel,
gobernador de Judá, y a Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote:
«Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: el pueblo
alega: “Todavía no ha llegado el momento para reconstruir la casa del
Señor”».
Entonces el Señor envió el siguiente mensaje por medio del profeta
Hageo: «¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas?». Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:
«¡Miren lo que les está pasando! Han sembrado mucho pero cosechado
poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se
abrigan pero todavía tienen frío. Sus salarios desaparecen, ¡como si los
echaran en bolsillos llenos de agujeros!».
Esto es lo que dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que
les está pasando! Vayan ahora a los montes, traigan madera y reconstruyan
mi casa. Entonces me complaceré en ella y me sentiré honrado, dice el
Señor. Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y cuando
trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué?
Porque mi casa está en ruinas, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales,
mientras ustedes se ocupan de construir sus elegantes casas. Es por causa
de ustedes que los cielos retienen el rocío y la tierra no produce cosechas.
Yo mandé la sequía sobre sus campos y colinas; una sequía que destruirá
el grano, el vino nuevo, el aceite de oliva y las demás cosechas; una sequía
que hará que ustedes y sus animales pasen hambre y arruinará todo aquello
por lo que tanto han trabajado».
Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo
sacerdote, y todo el remanente del pueblo de Dios comenzaron a obedecer
el mensaje del Señor su Dios. Cuando oyeron las palabras del profeta
Hageo, a quien el Señor su Dios había enviado, el pueblo temió al Señor.
Luego Hageo, el mensajero del Señor, dio al pueblo el siguiente mensaje
del Señor: «¡Yo estoy con ustedes, dice el Señor!».
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