Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 410
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trece kilómetros con trescientos metros de largo por dos kilómetros con
seiscientos cincuenta metros de ancho, la cual se apartará para construir
una ciudad donde pueda vivir cualquier israelita.
»”Apartarán también dos porciones de tierra especiales para el príncipe.
La primera porción colindará con el lado oriental de las tierras sagradas y
la ciudad, y la segunda colindará con el lado occidental. De modo que los
límites extremos hacia el oriente y el occidente de las tierras del príncipe
quedarán alineados con los límites oriental y occidental de los territorios
de las tribus. Estas dos porciones de tierra se le asignarán al príncipe. Entonces mis príncipes dejarán de oprimir a mi pueblo y de robarle; repartirán el resto de la tierra al pueblo, asignando una porción a cada tribu.
»”Esto dice el Señor Soberano: ¡basta ya, príncipes de Israel! Abandonen la violencia y la opresión, y hagan lo que es justo y correcto. Dejen
de estafar a mi pueblo y de robarle su tierra. No los desalojen de sus casas,
dice el Señor Soberano. Utilicen solamente pesas y balanzas legítimas, y
medidas exactas, tanto para sólidos como para líquidos. El homer será la
unidad estándar para medir volúmenes. Tanto el efa como el bato equivaldrán a un décimo de homer. La unidad estándar para medir pesos será el
siclo de plata. Un siclo equivaldrá a veinte geras y sesenta siclos equivaldrán a una mina.
»”Tendrán que pagarle al príncipe el siguiente impuesto: una canasta
de trigo o cebada por cada sesenta que cosechen, el uno por ciento de su
aceite de oliva y una oveja o cabra por cada doscientas que haya en los
rebaños de Israel. Esas serán las ofrendas de grano, ofrendas quemadas
y ofrendas de paz que harán expiación por quienes las presenten, dice el
Señor Soberano. Todo el pueblo de Israel debe contribuir y llevar esas
ofrendas al príncipe. Al príncipe le corresponderá proveer las ofrendas
que se entregan en los festivales religiosos, las celebraciones de luna nueva,
los días de descanso y todas las demás ocasiones similares. Él también
proveerá las ofrendas por el pecado, las ofrendas quemadas, las ofrendas
de grano, las ofrendas líquidas y las ofrendas de paz, para purificar a los
israelitas y así hacerlos justos ante el Señor.
»”Esto dice el Señor Soberano: a comienzos de la primavera, el primer
día de cada año nuevo, sacrifica un becerro sin defecto para purificar el
templo. El sacerdote tomará la sangre de ese sacrificio por el pecado y la
pondrá sobre los marcos de la puerta del templo, sobre las cuatro esquinas
de la saliente superior del altar y sobre los postes de la puerta de entrada al
atrio interior. Haz lo mismo el séptimo día del año nuevo por cualquiera
que haya pecado por error o por ignorancia. De ese modo purificarás el
templo.
»”El día catorce del primer mes, deberán celebrar la Pascua, un festival
que durará siete días. El pan que coman durante ese tiempo será preparado