Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 400
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E ze q uiel
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El 28 de abril, durante el año veinticinco de nuestra cautividad —catorce
años después de la caída de Jerusalén—, el Señor puso su mano sobre
mí. En una visión que provenía de Dios, él me llevó a la tierra de Israel y
me puso sobre una montaña muy alta. Desde allí pude ver hacia el sur lo
que parecía ser una ciudad. A medida que me acercaba, vi a un hombre de
pie junto a una puerta de entrada y su rostro brillaba como el bronce. En
la mano tenía una cuerda de medir hecha de lino y una vara para medir.
Me dijo: «Hijo de hombre, observa y escucha. Presta mucha atención
a todo lo que te voy a mostrar. Te he traído aquí para enseñarte muchas
cosas. Después regresarás y le contarás al pueblo de Israel todo lo que has
visto».
Pude ver un muro que rodeaba por completo la zona del templo. El
hombre tomó una vara que medía tres metros con veinte centímetros de
largo y midió el muro, y el muro tenía tres metros con veinte centímetros
de espesor y tres metros con veinte centímetros de alto.
Luego se dirigió a la puerta oriental. Subió los escalones y midió el
umbral de la puerta; tenía tres metros con veinte centímetros de fondo.
También había cuartos de vigilancia construidos a cada lado del pasillo
de la entrada. Cada cuarto formaba un cuadrado de tres metros con veinte
centímetros de lado; entre cuarto y cuarto había una distancia de dos metros con setenta centímetros, a lo largo de la pared del pasillo. El umbral
interior de la puerta, que conducía a la antesala, en el extremo interior del
pasillo de la entrada, tenía tres metros con veinte centímetros de fondo.
También midió la antesala de la entrada. Tenía cuatro metros con veinte
centímetros de un extremo a otro y columnas de apoyo de un metro con
diez centímetros de espesor. Esa antesala estaba en el extremo interior de
la estructura de la entrada y daba al templo.
Había tres cuartos de vigilancia a cada lado del pasillo de la entrada.
Todos medían lo mismo y las paredes divisorias entre ellos también eran
idénticas. El hombre midió la puerta de entrada; medía cinco metros con
treinta centímetros de ancho en la abertura y seis metros con noventa centímetros de ancho en el pasillo. Delante de cada cuarto de vigilancia había
un muro bajo de cincuenta y tres centímetros. Los cuartos mismos medían
tres metros con veinte centímetros de lado.
Luego el hombre midió la anchura total de la entrada tomando la distancia desde la pared del fondo de un cuarto hasta la pared del fondo del
cuarto del lado opuesto; daba trece metros con treinta centímetros. También midió las paredes divisorias a lo largo del interior de la entrada hasta
la antesala de la entrada; la distancia era de treinta y un metros con ochenta
centímetros. La longitud total del pasillo de la entrada era de veintiséis