Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 393
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
35:7–36:7
rechazo alguno a la sangre, te daré tu propio baño de sangre. ¡Ahora te toca
a ti! Haré del monte Seir una desolación total; mataré a los que traten de
escapar y a cualquiera que regrese. Llenaré tus montes con los cadáveres.
Tus colinas, valles y barrancos se colmarán de gente masacrada a espada.
Te dejaré desolado para siempre; tus ciudades jamás se reconstruirán. Entonces sabrás que yo soy el Señor.
»”Pues dijiste: ‘Los territorios de Israel y Judá serán míos; me apoderaré
de ellos. ¡Qué me importa que el Señor esté allí!’. Por lo tanto, tan cierto
como que yo vivo, dice el Señor Soberano, te pagaré todos tus actos de
enojo con los míos. Te castigaré por todos tus actos de enojo, envidia y
odio; y me daré a conocer a Israel por medio de lo que yo te haga a ti.
Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído cada palabra de desprecio que
pronunciaste contra los montes de Israel. Pues dijiste: ‘¡Están desolados;
nos fueron entregados para que los comamos!’. ¡Al decir eso, se jactaron
con arrogancia contra mí y lo oí todo!
»”Esto dice el Señor Soberano: todo el mundo se alegrará cuando te
deje hecho un lugar desolado. Tú te alegraste cuando el territorio de Israel
fue devastado. ¡Ahora yo me alegraré de tu desolación! ¡Serán exterminados, ustedes, pueblo del monte Seir y todos los que viven en Edom!
Entonces sabrán que yo soy el Señor”.
»Hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel y dales este mensaje:
“¡Oh montañas de Israel, oigan la palabra del Señor! Esto dice el Señor
Soberano: sus enemigos se mofaron de ustedes diciendo: ‘¡Ajá, ahora las
alturas antiguas nos pertenecen!’”. Por lo tanto, hijo de hombre, da este
mensaje a los montes de Israel de parte del Señor Soberano: “Sus enemigos los atacaron por todas partes, los hicieron propiedad de muchas
naciones y objeto de mucha burla y calumnia. Por lo tanto, montes de
Israel, oigan la palabra del Señor Soberano. Él habla a las colinas y a los
montes; a los barrancos y a los valles; a las asoladas tierras baldías y a las
ciudades abandonadas de hace tiempo, que fueron destruidas y burladas
por naciones vecinas. Esto dice el Señor Soberano: el enojo de mis celos
arde contra esas naciones, especialmente contra Edom, porque me trataron con total desprecio cuando, con aires de triunfo, se apoderaron de mi
tierra y la tomaron como botín”.
»Por lo tanto, profetiza a las colinas y a los montes, a los barrancos y a los
valles de Israel. Esto dice el Señor Soberano: “Estoy furioso porque pasaron vergüenza ante las naciones vecinas. Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: he jurado solemnemente que pronto esas naciones tendrán que
soportar su propia vergüenza.