Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 375
362
INMERSIÓN
•
P R O F E TA S
26:3-19
»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: oh Tiro, yo soy tu enemigo
y haré que muchas naciones se levanten contra ti como las olas del mar que
rompen contra tu costa. Ellas destruirán las murallas de Tiro y derribarán
sus torres. ¡Yo rasparé su suelo hasta dejarlo como roca desnuda! No será
más que una roca en el mar, un lugar donde los pescadores tiendan sus
redes, pues yo he hablado, dice el Señor Soberano. Tiro se convertirá en
presa de muchas naciones, y sus aldeas de tierra adentro serán destruidas
a espada. Entonces sabrán que yo soy el Señor.
»Esto dice el Señor Soberano: del norte haré que se levante el rey Nabucodonosor de Babilonia contra Tiro. Él es rey de reyes y viene con sus
caballos, sus carros de guerra, sus conductores y un gran ejército. Primero
destruirá las aldeas de tierra adentro. Luego te atacará construyendo un
muro de asalto y una rampa y levantando un techo de escudos. Golpeará
tus murallas con arietes y demolerá tus torres a golpe de martillo. Las patas
de sus caballos ahogarán de polvo la ciudad y el estruendo de las ruedas de
los carros de guerra y sus conductores hará temblar tus murallas cuando
entren por tus puertas derrumbadas. Los caballos de sus jinetes pisotearán
todas las calles de la ciudad. Masacrarán a tu gente y derribarán las fuertes
columnas.
»Saquearán tus riquezas y mercancías, y demolerán tus murallas. Destruirán tus preciosas casas y arrojarán al mar las piedras, los maderos y
hasta el polvo de la ciudad. Pondré fin a la música de tus cánticos. Nunca
más se oirá entre tu pueblo el sonido de las arpas. Transformaré tu isla
en una roca desnuda, un lugar donde los pescadores tiendan sus redes.
Jamás serás reconstruida, porque yo, el Señor, he hablado. ¡Sí, el Señor
Soberano ha hablado!
»Esto dice el Señor Soberano a Tiro: toda la costa temblará ante el
ruido de tu caída, mientras se oyen los gritos de los heridos que retumban en la prolongada masacre. Los gobernantes de las ciudades portuarias
dejarán sus tronos y se quitarán las vestiduras reales y su hermosa ropa.
Se sentarán en el suelo, temblando de terror a causa de tu destrucción.
Después se lamentarán por ti entonando este canto fúnebre:
»¡Oh famosa ciudad isleña,
que antes gobernaba el mar,
cómo has sido destruida!
Tu gente, con su poderío naval,
antes sembraba terror por todo el mundo.
Ahora las tierras costeras tiemblan de miedo por tu caída.
Decaen las islas a medida que desapareces.
»Esto dice el Señor Soberano: convertiré a Tiro en ruinas despobladas, como muchas otras. La sepultaré bajo las terribles oleadas del ataque