Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 356
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mis celos. Quedaré tranquilo y ya no estaré enojado contigo. No obstante,
primero, te daré tu merecido por todos tus pecados, porque no recordaste los días de tu juventud, sino que me hiciste enojar con todas esas
maldades, dice el Señor Soberano. Pues a todos tus pecados detestables
les sumaste actos depravados. Todos los que compongan refranes dirán
de ti: ‘De tal madre, tal hija’. Pues tu madre despreció a su esposo y a sus
hijos, y tú hiciste lo mismo. Eres igual a tus hermanas, que despreciaron
a sus esposos y a sus hijos. Queda claro que tu madre era hitita, y tu padre
amorreo.
»”Tu hermana mayor fue Samaria, que vivía con sus hijas en el norte.
Tu hermana menor fue Sodoma, que vivía con sus hijas en el sur. Ahora
bien, tú no solo pecaste igual que ellas, sino que tu corrupción pronto las
superó. Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, Sodoma
y sus hijas nunca fueron tan perversas como tú y tus hijas. Los pecados
de Sodoma eran el orgullo, la glotonería y la pereza, mientras que afuera
sufrían los pobres y los necesitados. Ella fue arrogante y cometió pecados
detestables, por eso la destruí, como has visto.
»”Ni siquiera Samaria cometió la mitad de tus pecados. Tú has hecho
cosas mucho más detestables de las que hicieron tus hermanas; ahora ellas
parecen rectas en comparación contigo. ¡Debería darte vergüenza! Tus pecados son tan terribles que haces que tus hermanas parezcan rectas, hasta
virtuosas.
»”Sin embargo, algún día restauraré el bienestar de Sodoma y de Samaria, y también te restauraré a ti. Entonces realmente te avergonzarás de
todo lo que has hecho, pues tus pecados hacen que ellas se sientan bien
al compararse contigo. Así es, tus hermanas, Sodoma y Samaria, serán
restauradas junto con todos sus habitantes y en ese tiempo también te
restauraré a ti. Cuando eras tan orgullosa, despreciabas a Sodoma; pero
ahora tu peor perversidad quedó a la vista de todo el mundo y eres tú la
despreciada, tanto por los edomitas y todos sus vecinos como por los
filisteos. Este será el castigo por tu lascivia y tus pecados detestables, dice
el Señor.
»”Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: te daré tu merecido, pues
tomaste tus votos solemnes a la ligera al romper el pacto. Sin embargo, recordaré el pacto que hice contigo cuando eras joven y estableceré contigo
un pacto eterno. Entonces recordarás con vergüenza todo el mal que hiciste. Haré que tus hermanas, Samaria y Sodoma, sean hijas tuyas, aunque
no formen parte de nuestro pacto. Reafirmaré mi pacto contigo y sabrás
que yo soy el Señor. Recordarás tus pecados y te cubrirás la boca enmudecida de vergüenza, cuando te perdone por todo lo que hiciste. ¡Yo, el
Señor Soberano, he hablado!”».