Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 349
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
11:22–12:13
repugnantes y los ídolos detestables, les daré su merecido por sus pecados.
¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!».
Luego los querubines desplegaron las alas y se elevaron por el aire con las
ruedas junto a ellos y la gloria del Dios de Israel se sostenía en el aire por
encima de ellos. Entonces la gloria del Señor se levantó de la ciudad y se
detuvo sobre la montaña que está al oriente.
Después el Espíritu de Dios me llevó de regreso a Babilonia, al pueblo
desterrado. Así terminó la visión de mi visita a Jerusalén. Entonces les
relaté a los desterrados todo lo que el Señor me había mostrado.
Nuevamente recibí un mensaje del Señor: «Hijo de hombre, tú vives
entre rebeldes que tienen ojos pero se niegan a ver; tienen oídos pero se
niegan a oír, porque son un pueblo rebelde.
»De modo que ahora, hijo de hombre, haz como si te enviaran al destierro. Prepara tu equipaje con las pocas pertenencias que podría llevarse
un desterrado y sal de tu casa para ir a otro lugar. Hazlo a la vista de todos
para que te vean. Pues quizás presten atención a eso, por muy rebeldes que
sean. Saca tu equipaje en pleno día para que te vean. Luego, por la tarde,
mientras aún estén mirándote, sal de tu casa como lo hacen los cautivos
cuando inician una larga marcha a tierras lejanas. Cava un hueco en la
muralla a la vista de todos y sal por ese hueco. Mientras todos observan,
carga el equipaje sobre los hombros y aléjate caminando en la oscuridad de
la noche. Cúbrete el rostro para que no puedas ver la tierra que dejas atrás.
Pues yo he hecho de ti una señal para el pueblo de Israel».
Por lo tanto, hice lo que se me ordenó. A plena luz del día, saqué mi
equipaje, lleno de cosas que llevaría al destierro. Por la tarde, mientras el
pueblo seguía observando, cavé con las manos un hueco en la muralla y salí
en la oscuridad de la noche con el equipaje sobre los hombros.
A la mañana siguiente, recibí este mensaje del Señor: «Hijo de hombre, esos rebeldes —el pueblo de Israel— te han preguntado qué significa
todo lo que haces. Diles: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Estas acciones
contienen un mensaje para el rey Sedequías, en Jerusalén, y para todo el
pueblo de Israel’”. Explica, entonces, que tus acciones son una señal para
mostrar lo que pronto les sucederá a ellos, pues serán llevados cautivos al
destierro.
»Hasta Sedequías se irá de Jerusalén de noche por un hueco en la muralla, cargando solo lo que pueda llevar consigo. Se cubrirá el rostro y sus
ojos no verán la tierra que deja atrás. Luego lanzaré mi red sobre él y lo capturaré con mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, el territorio de los babilonios,