Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 278
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J erem í as
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Ustedes serán mi pueblo
y yo seré su Dios».
¡Miren! El enojo del Señor estalla como una tormenta,
un viento devastador que se arremolina sobre las cabezas de los
perversos.
La ira feroz del Señor no disminuirá
hasta que haya terminado con todo lo que él tiene pensado.
En los días futuros
ustedes entenderán todo esto.
«En ese día —dice el Señor—, seré el Dios de todas las familias de
Israel, y ellas serán mi pueblo. Esto dice el Señor:
»Los que sobrevivan de la destrucción venidera
encontrarán bendiciones aun en las tierras áridas,
porque al pueblo de Israel le daré descanso».
Hace tiempo el Señor le dijo a Israel:
«Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno.
Con amor inagotable te acerqué a mí.
Yo te reedificaré, mi virgen Israel.
Volverás a ser feliz
y con alegría danzarás con las panderetas.
De nuevo plantarás tus viñedos sobre las montañas de Samaria
y allí comerás de tus propios huertos.
Llegará el día cuando los centinelas gritarán
desde la zona montañosa de Efraín:
“Vengan, subamos a Jerusalén
a adorar al Señor nuestro Dios”».
Ahora esto dice el Señor:
«Canten con alegría por Israel.
¡Griten por la mejor de las naciones!
Griten de alabanza y alegría:
“¡Salva a tu pueblo, oh Señor,
el remanente de Israel!”.
Pues los traeré del norte
y de los extremos más lejanos de la tierra.
No me olvidaré del ciego ni del cojo,
ni de las mujeres embarazadas ni de las que están en trabajo de parto.
¡Volverá un enorme grupo!
Por sus rostros correrán lágrimas de alegría,
y con mucho cuidado los guiaré a casa.