Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 26
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A mós
13
Cuando el Señor dé la orden,
las casas, tanto grandes como pequeñas, serán reducidas a
escombros.
¿Pueden galopar los caballos sobre rocas grandes?
¿Se pueden usar bueyes para ararlas?
Así de necios son ustedes cuando convierten la justicia en veneno
y el fruto dulce de la rectitud en amargura.
Ustedes se jactan de su conquista de Lo-debar
y alardean: «¿No tomamos Karnaim por nuestra propia fuerza?».
«Oh pueblo de Israel, estoy a punto de levantar una nación enemiga
contra ti
—dice el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales—.
Los oprimirán por todo su territorio,
desde Lebo-hamat en el norte
hasta el valle de Arabá en el sur».
El Señor Soberano me mostró una visión. Lo vi preparándose para enviar
una enorme nube de langostas sobre la tierra. Esto ocurrió después de
que la parte de la cosecha del rey había sido recolectada, pero cuando se
acercaba la cosecha principal. En mi visión las langostas se comieron todo
lo verde que se veía. Entonces dije:
—Oh Señor Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos,
porque Israel es tan pequeño.
Así que el Señor se retractó de ese plan y dijo:
—No lo haré.
Después el Señor Soberano me mostró otra visión. Lo vi preparándose
para castigar a su pueblo con un gran fuego. El fuego había quemado las
profundidades del mar e iba devorando toda la tierra. Entonces dije:
—Oh Señor Soberano, por favor, detente o no sobreviviremos, porque
Israel es tan pequeño.
Entonces el Señor también se retractó de ese plan.
—Tampoco lo haré —dijo el Señor Soberano.
Luego me mostró otra visión. Vi al Señor de pie al lado de una pared que
se había construido usando una plomada. Usaba la plomada para ver si aún
estaba derecha. Entonces el Señor me dijo:
—Amós, ¿qué ves?