Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 242
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J erem í as
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¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones?
¡Ese título te pertenece solo a ti!
Entre todos los sabios de la tierra
y en todos los reinos del mundo,
no hay nadie como tú.
Los que rinden culto a ídolos son estúpidos y necios.
¡Las cosas a las que rinden culto están hechas de madera!
Traen láminas de plata desde Tarsis
y oro desde Ufaz,
y les entregan esos materiales a hábiles artesanos
que hacen sus ídolos.
Luego visten estos dioses con ropas de púrpura y azul real
hechas por sastres expertos.
Sin embargo, el Señor es el único Dios verdadero.
¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno!
Toda la tierra tiembla ante su enojo;
las naciones no pueden hacerle frente a su ira.
Diles a los que rinden culto a otros dioses: «Sus supuestos dioses, que
no hicieron los cielos y la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de
los cielos».
El Señor hizo la tierra con su poder,
y la preserva con su sabiduría.
Con su propia inteligencia
desplegó los cielos.
Cuando habla en los truenos,
los cielos rugen con lluvia.
Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra.
Envía el relámpago junto con la lluvia,
y suelta el viento de sus depósitos.
¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento!
Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos
que hacen,
porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude.
Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder.
Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas!
En el día del juicio, todos serán destruidos.
¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo!
Él es el Creador de todo lo que existe,
incluido Israel, su posesión más preciada.
¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!