Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 22
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A mós
«Arruiné sus cultivos y viñedos con plaga y moho.
La langosta devoró todas sus higueras y todos sus olivos;
pero aun así, ustedes no se volvieron a mí»,
dice el Señor.
«Les mandé plagas
como las que envié sobre Egipto hace tiempo.
¡Maté a sus jóvenes en la guerra
y llevé lejos a todos sus caballos!
¡El hedor de la muerte llenó el aire!,
pero aun así, ustedes no se volvieron a mí»,
dice el Señor.
«Destruí algunas de sus ciudades,
así como destruí Sodoma y Gomorra.
Ustedes que sobrevivieron
parecían tizones rescatados del fuego;
pero aun así, no se volvieron a mí»,
dice el Señor.
«Por lo tanto, yo traeré sobre ustedes los desastres que he
anunciado.
Pueblo de Israel, ¡prepárate para encontrarte con tu Dios en el
juicio!».
Pues el Señor es quien formó las montañas,
agita los vientos y da a conocer sus pensamientos a la humanidad.
Él convierte la luz del amanecer en oscuridad
y marcha sobre las alturas de la tierra.
¡El Señor Dios de los Ejércitos Celestiales es su nombre!
¡Escucha, pueblo de Israel! Oye este canto fúnebre que entono:
«¡La virgen Israel ha caído;
nunca volverá a levantarse!
Yace abandonada en el suelo
y no hay quien la levante».
El Señor Soberano dice:
«Cuando una ciudad mande a mil hombres a la guerra,
solo volverán cien.
Cuando un pueblo envíe a cien,
solo diez regresarán vivos».
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