Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 217
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
libro (pp. 277-287), donde se concentran en los últimos años del reino
de Judá y la destrucción de Jerusalén.
Como muchos de los profetas, Jeremías también proclama mensajes
sobre otras naciones. Estos oráculos se reúnen en la última sección
(pp. 287-313), donde la última palabra entre los mensajes de Jeremías
la tiene el mensaje que predice la futura caída de Babilonia. (En algún
momento, la introducción de estos oráculos a otras naciones quedó separada de los mensajes mismos y fue ubicada más cerca del comienzo
del libro. En esta edición, hemos vuelto a unir la introducción con los
oráculos mismos).
Después del final de «los mensajes de Jeremías», el libro concluye
con un epílogo que describe con terrible detalle la caída de Jerusalén
y la destrucción del templo. Este epílogo coincide estrechamente con
la descripción al final del libro de Samuel–Reyes.
A pesar de que el libro cierra con un relato de la trágica destrucción
del reino de Judá, en medio de él todavía existe una luminosa esperanza para el pueblo de Dios. Un oráculo especial llamado «libro de
consuelo» (pp. 263-268) se ubica en el centro de la segunda sección,
lo que lo sitúa en el centro mismo de todo el libro de Jeremías. Allí, el
Señor promete que, gracias a que su amor por su pueblo es eterno,
los regresará del destierro: «Pues los traeré del norte y de los extremos
más lejanos de la tierra. [...] ¡Volverá un enorme grupo! Por sus rostros
correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa».
Dios le había dicho a Jeremías que sus palabras serían tanto para
«derribar» como para «edificar y plantar». Por lo tanto, es oportuno
que en el centro del libro Dios promete: «Haré un nuevo pacto con el
pueblo de Israel y de Judá». Dios pondrá sus instrucciones en lo profundo de ellos, y los transformará de adentro hacia fuera. La rebelión
de Adán ha estado habitando en el corazón del pueblo de Dios. Pero
hay un nuevo día prometido, un día de perdón y renovación, cuando
se cumplirán todos los sueños y esperanzas de Dios para Israel. Este es
el gran futuro que impulsa la gran historia de la Biblia hacia adelante.