Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 185
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
y veas que somos tu pueblo.
Tus ciudades santas están destruidas.
Sión es un desierto;
sí, Jerusalén no es más que una ruina desolada.
El templo santo y hermoso
donde nuestros antepasados te alababan
fue incendiado
y todas las cosas hermosas quedaron destruidas.
Después de todo esto, Señor, ¿aún rehusarás ayudarnos?
¿Permanecerás callado y nos castigarás?
El Señor dice:
«Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda;
estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba.
“¡Aquí estoy, aquí estoy!”,
dije a una nación que no invocaba mi nombre.
Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.
Pero ellos siguen sus malos caminos
y sus planes torcidos.
Todo el día me insultan en mi propia cara
al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados
y al quemar incienso en altares paganos.
De noche andan entre las tumbas
para rendir culto a los muertos.
Comen carne de cerdo
y hacen guisos con otros alimentos prohibidos.
Sin embargo, se dicen unos a otros:
“¡No te acerques demasiado, porque me contaminarás!
¡Yo soy más santo que tú!”.
Ese pueblo es un hedor para mi nariz,
un olor irritante que nunca desaparece.
»Miren, tengo escrito mi decreto delante de mí:
no me quedaré callado;
les daré el pago que se merecen.
Sí, les daré su merecido,
tanto por sus propios pecados
como por los de sus antepasados
—dice el Señor—.
También quemaron incienso en los montes
y me insultaron en las colinas.
¡Les daré su merecido!
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