Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 166
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I sa í as
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Miren, mi siervo prosperará;
será muy exaltado.
Pero muchos quedaron asombrados cuando lo vieron.
Tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano,
y por su aspecto, no se veía como un hombre.
Y él alarmará a muchas naciones;
los reyes quedarán mudos ante él.
Verán lo que no se les había contado;
entenderán lo que no habían oído hablar.
¿Quién ha creído nuestro mensaje?
¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?
Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote
verde,
como raíz en tierra seca.
No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto,
nada que nos atrajera hacia él.
Fue despreciado y rechazado:
hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo.
Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada;
fue despreciado, y no nos importó.
Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó;
fueron nuestros dolores los que lo agobiaron.
Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios,
¡un castigo por sus propios pecados!
Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones
y aplastado por nuestros pecados.
Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz;
fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.
Sin embargo, el Señor puso sobre él
los pecados de todos nosotros.
Fue oprimido y tratado con crueldad;
sin embargo, no dijo ni una sola palabra.
Como cordero fue llevado al matadero.
Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores,
no abrió su boca.
Al ser condenado injustamente,
se lo llevaron.