Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 108
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I sa í as
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Vengan, habitantes de Tarsis,
arrasen la tierra como el Nilo en sus inundaciones,
porque Tiro está indefensa.
El Señor extendió su mano sobre el mar
y sacudió los reinos de la tierra.
Él se ha pronunciado contra Fenicia;
ordenó que fueran destruidas sus fortalezas.
Él dice: «Nunca más volverás a alegrarte,
oh hija de Sidón, porque has sido aplastada.
Aunque huyas a Chipre,
no encontrarás descanso».
Miren a la tierra de Babilonia:
¡la gente de esa tierra ha desaparecido!
Los asirios han entregado a Babilonia
a los animales salvajes del desierto.
Levantaron rampas de asalto contra sus muros,
derribaron los palacios
y convirtieron la ciudad en un montón de escombros.
¡Giman ustedes, barcos de Tarsis,
porque su puerto está destruido!
Durante setenta años, el tiempo que dura la vida de un rey, Tiro será
olvidada; pero luego la ciudad volverá a la vida, como en la canción acerca
de la prostituta:
Toma un arpa y camina por las calles,
ramera olvidada;
entona una dulce melodía y canta tus canciones
para que te vuelvan a recordar.
Así es, después de setenta años, el Señor devolverá la vida a Tiro; pero
no será distinta de lo que era antes. Volverá a ser una prostituta para todos
los reinos del mundo. Sin embargo, al final, sus ganancias le serán entregadas al Señor. Sus riquezas no serán acumuladas, sino que darán buenos
alimentos y vestidos de buena calidad a los sacerdotes del Señor.
¡Miren! El Señor está a punto de destruir la tierra
y convertirla en una inmensa tierra baldía.
Él devasta la superficie de la tierra
y dispersa a los habitantes.