Inmersion Poetas - Flipbook - Page 89
76
INMERSIÓN
•
P O E TA S
Por eso nunca puedo dejar de alabarte;
todo el día declaro tu gloria.
Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado;
no me abandones cuando me faltan las fuerzas.
Pues mis enemigos murmuran contra mí
y juntos confabulan matarme.
Dicen: «Dios lo ha abandonado.
Vayamos y agarrémoslo,
porque ahora nadie lo ayudará».
Oh Dios, no te quedes lejos;
Dios mío, por favor, apresúrate a ayudarme.
Trae deshonra y destrucción a los que me acusan;
humilla y avergüenza a los que quieren hacerme daño.
Seguiré con la esperanza de tu ayuda;
te alabaré más y más.
A todos les hablaré de tu justicia;
todo el día proclamaré tu poder salvador,
aunque no tengo facilidad de palabras.
Alabaré tus obras poderosas, oh Señor Soberano,
y les contaré a todos que solo tú eres justo.
Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia,
y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos
maravillosos.
Ahora que estoy viejo y canoso,
no me abandones, oh Dios.
Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación,
tus milagros poderosos a todos los que vienen después
de mí.
Tu justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos;
¡has hecho cosas tan maravillosas!
¿Quién se compara contigo, oh Dios?
Has permitido que sufra muchas privaciones,
pero volverás a darme vida
y me levantarás de las profundidades de la tierra.
Me restaurarás incluso a mayor honor
y me consolarás una vez más.
Entonces te alabaré con música de arpa,
porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios.
Te cantaré alabanzas con la lira,
oh Santo de Israel.
71:8-22