Inmersion Poetas - Flipbook - Page 72
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S almos
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En cambio, eres tú, mi par,
mi compañero y amigo íntimo.
¡Cuánto compañerismo disfrutábamos
cuando caminábamos juntos hacia la casa de Dios!
Que la muerte aceche a mis enemigos;
que la tumba se los trague vivos,
porque la maldad habita en ellos.
Pero clamaré a Dios,
y el Señor me rescatará.
Mañana, tarde y noche
clamo en medio de mi angustia,
y el Señor oye mi voz.
Él me rescata y me mantiene a salvo
de la batalla que se libra en mi contra,
aunque muchos todavía se me oponen.
Dios, quien siempre ha gobernado,
me oirá y los humillará.
Pues mis enemigos se niegan a cambiar de rumbo;
no tienen temor de Dios.
Interludio
En cuanto a mi compañero, él traicionó a sus amigos;
no cumplió sus promesas.
Sus palabras son tan suaves como la mantequilla,
pero en su corazón hay guerra.
Sus palabras son tan relajantes como una loción,
¡pero por debajo son dagas!
Entrégale tus cargas al Señor,
y él cuidará de ti;
no permitirá que los justos tropiecen y caigan.
Pero tú, oh Dios, mandarás a los perversos
a la fosa de destrucción;
los asesinos y los mentirosos morirán jóvenes,
pero yo confío en que tú me salves.
SALMO 56
Para el director del coro: salmo de David, acerca de cuando los filisteos lo capturaron en Gat. Cántese con la melodía de «La paloma en los robles distantes».
Oh Dios, ten misericordia de mí,
porque la gente me acosa.