Inmersion Poetas - Flipbook - Page 48
34:14–35:8
S almos
Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y esfuérzate por mantenerla.
Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno;
sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.
Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo;
borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda;
los rescata de todas sus dificultades.
El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón;
él rescata a los de espíritu destrozado.
La persona íntegra enfrenta muchas dificultades,
pero el Señor llega al rescate en cada ocasión.
Pues el Señor protege los huesos de los justos;
¡ni uno solo es quebrado!
Sin duda, la calamidad destruirá a los perversos,
y los que odian a los justos serán castigados.
Pero el Señor redimirá a los que le sirven;
ninguno que se refugie en él será condenado.
SALMO 35
Salmo de David.
Oh Señor, ponte en contra de los que se me oponen;
pelea contra los que luchan contra mí.
Ponte tu armadura y toma tu escudo;
prepárate para la batalla y ven en mi ayuda.
Levanta tu lanza y tu jabalina
contra los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
«¡Yo te daré la victoria!».
Avergüenza y causa deshonra a los que tratan de matarme;
hazlos retroceder y humilla a los que quieren hacerme daño.
Sopla y espárcelos como paja en el viento,
un viento mandado por el ángel del Señor.
Haz que su camino sea oscuro y resbaladizo,
y que el ángel del Señor los persiga.
Yo no les hice ningún mal, pero ellos me tendieron una trampa;
no les hice ningún mal, pero cavaron una fosa para atraparme.
Por eso, ¡que la ruina les llegue de repente!
¡Que queden atrapados en la trampa que me tendieron!
Que se destruyan en la fosa que cavaron para mí.
35