Inmersion Poetas - Flipbook - Page 186
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L amentaciones
Destruyó a Jerusalén sin misericordia;
hizo que sus enemigos se regodearan ante ella
y sobre ella les dio poder.
¡Lloren a viva voz delante del Señor,
oh murallas de la bella Jerusalén!
Que sus lágrimas corran como un río,
de día y de noche.
No se den descanso;
no les den alivio a sus ojos.
Levántense durante la noche y clamen.
Desahoguen el corazón como agua delante del Señor.
Levanten a él sus manos en oración,
y rueguen por sus hijos
porque en cada calle
desfallecen de hambre.
«¡Oh Señor, piensa en esto!
¿Debieras tratar a tu propio pueblo de semejante manera?
¿Habrán de comerse las madres a sus propios hijos,
a quienes mecieron en sus rodillas?
¿Habrán de ser asesinados los sacerdotes y los profetas
dentro del templo del Señor?
»Mira cómo yacen en las calles,
jóvenes y viejos,
niños y niñas,
muertos por la espada del enemigo.
Los mataste en tu enojo;
los masacraste sin misericordia.
»Convocaste a los terrores para que vinieran de todas partes,
como si los invitaras a un día de fiesta.
En el día del enojo del Señor,
no escapó ni sobrevivió nadie.
El enemigo mató a todos los niños
que llevé en mis brazos y crié».
Yo soy el que ha visto las aflicciones
que provienen de la vara del enojo del Señor.
Me llevó a las tinieblas,
y dejó fuera toda luz.
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