Inmersion Poetas - Flipbook - Page 170
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S almos
y pienso en lo que has hecho.
A ti levanto mis manos en oración;
tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de lluvia.
Ven pronto, Señor, y respóndeme,
porque mi abatimiento se profundiza.
No te apartes de mí,
o moriré.
Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable,
porque en ti confío.
Muéstrame por dónde debo andar,
porque a ti me entrego.
Rescátame de mis enemigos, Señor;
corro a ti para que me escondas.
Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me lleve hacia adelante
con pasos firmes.
Para gloria de tu nombre, oh Señor, preserva mi vida;
por tu fidelidad, sácame de esta angustia.
En tu amor inagotable, silencia a todos mis enemigos
y destruye a todos mis adversarios,
porque soy tu siervo.
SALMO 144
Salmo de David.
Alaben al Señor, mi roca.
Él entrena mis manos para la guerra
y da destreza a mis dedos para la batalla.
Él es mi aliado amoroso y mi fortaleza,
mi torre de seguridad y quien me rescata.
Es mi escudo, y en él me refugio.
Hace que las naciones se sometan a mí.
Oh Señor, ¿qué son los seres humanos para que te fijes
en ellos,
los simples mortales para que te preocupes por ellos?
Pues son como un suspiro;
sus días son como una sombra pasajera.
Abre los cielos, Señor, y desciende;
toca las montañas para que echen humo.
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Interludio