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INMERSIÓN
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P O E TA S
contrasta o intensifica el sentido del primero. El lenguaje figurativo
en estos poemas es perfectamente adecuado para expresar enérgicamente respuestas humanas auténticas en la historia de Dios.
La mayor parte de los salmos en la Biblia pertenecen a uno de tres
tipos: alabanza, lamento o agradecimiento. Los salmos de alabanza
llaman al pueblo a adorar y cantarle a Dios, a honrarlo por su bondad y
su gracia. Los cantos de lamento son oraciones que le piden a Dios por
liberación en tiempos de profunda aflicción. Los lamentos comienzan
típicamente con un clamor urgente y emotivo que describe las luchas
que enfrenta la persona o la comunidad, y luego hacen un pedido
específico de ayuda que casi siempre termina con expresiones de confianza en Dios. Los salmos de agradecimiento a menudo comienzan
recordando los problemas que enfrentaba el poeta. Luego el poeta
clama a Dios y es liberado. Finalmente, otros son invitados a compartir
el agradecimiento y la alabanza a Dios.
Esta colección de salmos también incluye otros tipos de cantos. Los
salmos reales celebran el papel del rey de Israel, tanto el rey humano,
como Dios como el rey supremo de la nación. Los salmos peregrinos
(también llamados salmos de ascensión o subida) eran cantados por los
peregrinos que subían a Jerusalén para alguno de los grandes festivales de Israel. Los salmos de sabiduría repiten las tradiciones de Israel
acerca de seguir las instrucciones de Dios para descubrir el camino
hacia una vida abundante.
Es importante recordar que los salmos son más que solo cantos de
alabanza. Los lamentos y súplicas por justicia evitan que los cantos de
alabanza sean simplemente una celebración del estado de las cosas. La
vida de fe incluye el dolor devastador de la injusticia y la maldad que
ponen en tela de juicio el poder y la bondad de Dios. En tales circunstancias, la liberación de Dios de su pueblo en respuesta a su clamor los
conduce a una apreciación más profunda de su fidelidad y cuidado. El
mensaje fundamental y duradero del libro es que Dios da la bienvenida
a las expresiones honestas de nuestro corazón que reflejan todos los
desafíos de nuestra relación continua con él.
El libro de los Salmos era muy popular en el primer siglo d. C. y es fundamental para entender la historia de Jesús el Mesías. Los autores del
Nuevo Testamento vieron los temas de los salmos como una continuidad
en la historia que se desarrollaba en el pueblo de Dios. Esto también
puede ser cierto para nosotros hoy a medida que leemos, reflexionamos
y participamos de la misma historia de lucha, rescate y restauración. El
cancionero de Israel nos da las palabras para expresar nuestros propios
movimientos a través del lamento, la alabanza y la acción de gracias en
nuestro viaje con Dios hacia un mundo de justicia y paz.
