Inmersion Poetas - Flipbook - Page 142
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S almos
El Señor se acuerda de nosotros y nos bendecirá.
Bendecirá al pueblo de Israel
y bendecirá a los sacerdotes, los descendientes de Aarón.
Bendecirá a los que temen al Señor,
tanto a los grandes como a los humildes.
Que el Señor los bendiga ricamente,
tanto a ustedes como a sus hijos.
Que sean bendecidos por el Señor,
quien hizo los cielos y la tierra.
Los cielos pertenecen al Señor,
pero él ha dado la tierra a toda la humanidad.
Los muertos no pueden cantar alabanzas al Señor
porque han entrado en el silencio de la tumba.
¡Pero nosotros podemos alabar al Señor
ahora y para siempre!
¡Alabado sea el Señor!
SALMO 116
Amo al Señor porque escucha mi voz
y mi oración que pide misericordia.
Debido a que él se inclina para escuchar,
¡oraré mientras tenga aliento!
La muerte me envolvió en sus cuerdas;
los terrores de la tumba se apoderaron de mí.
Lo único que veía era dificultad y dolor.
Entonces invoqué el nombre del Señor:
«¡Señor, por favor, sálvame!».
¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué bueno es él!
¡Tan misericordioso, este Dios nuestro!
El Señor protege a los que tienen fe como de un niño;
estuve frente a la muerte, y él me salvó.
Que mi alma descanse nuevamente,
porque el Señor ha sido bueno conmigo.
Me rescató de la muerte;
quitó las lágrimas de mis ojos,
y libró a mis pies de tropezar.
¡Así que camino en la presencia del Señor
mientras vivo aquí en la tierra!
Creí en ti, por tanto dije:
«Señor, estoy muy afligido».
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