Inmersion Poetas - Flipbook - Page 140
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S almos
Ellos no tienen miedo de malas noticias;
confían plenamente en que el Señor los cuidará.
Tienen confianza y viven sin temor,
y pueden enfrentar triunfantes a sus enemigos.
Comparten con libertad y dan con generosidad a los necesitados;
sus buenas acciones serán recordadas para siempre.
Ellos tendrán influencia y recibirán honor.
Los perversos lo verán y se pondrán furiosos.
Rechinarán los dientes de enojo;
se escabullirán avergonzados con sus esperanzas frustradas.
SALMO 113
¡Alabado sea el Señor!
Sí, alábenle, oh siervos del Señor,
¡alaben el nombre del Señor!
Bendito sea el nombre del Señor
ahora y para siempre.
En todas partes —del oriente al occidente—,
alaben el nombre del Señor.
Él está por encima de las naciones;
su gloria es más alta que los cielos.
¿Quién puede compararse con el Señor nuestro Dios,
quien está entronizado en las alturas?
Él se inclina para mirar
el cielo y la tierra.
Levanta del polvo a los pobres,
y a los necesitados, del basurero.
Los pone entre príncipes,
¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo!
A la mujer sin hijos le da una familia
y la transforma en una madre feliz.
¡Alabado sea el Señor!
SALMO 114
Cuando los israelitas escaparon de Egipto
—cuando la familia de Jacob dejó esa tierra extranjera—,
la tierra de Judá se convirtió en el santuario de Dios,
e Israel llegó a ser su reino.
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