Inmersion Poetas - Flipbook - Page 130
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S almos
El Señor desplegó una nube sobre ellos para que los cubriera
y les dio un gran fuego para que iluminara la oscuridad.
Ellos le pidieron carne, y él les envió codornices;
les sació el hambre con maná, pan del cielo.
Partió una roca, y brotó agua a chorros
que formó un río a través de la tierra árida y baldía.
Pues recordó la promesa sagrada
que le había hecho a su siervo Abraham.
Así que sacó a su pueblo de Egipto con alegría,
a sus escogidos, con gozo.
Les dio las tierras de las naciones paganas,
y cosecharon cultivos que otros habían sembrado.
Todo eso sucedió para que siguieran los decretos del Señor
y obedecieran sus enseñanzas.
¡Alabado sea el Señor!
SALMO 106
¡Alabado sea el Señor!
¡Den gracias al Señor, porque él es bueno!
Su fiel amor perdura para siempre.
¿Quién podrá enumerar los gloriosos milagros del Señor?
¿Quién podrá alabarlo lo suficiente?
Hay alegría para los que tratan con justicia a los demás
y siempre hacen lo que es correcto.
Acuérdate de mí, Señor, cuando le muestres favor a tu pueblo;
acércate y rescátame.
Déjame tener parte en la prosperidad de tus elegidos.
Permite que me alegre por el gozo de tu pueblo;
concédeme alabarte con los que son tu herencia.
Hemos pecado como nuestros antepasados.
¡Hicimos lo malo y actuamos de manera perversa!
Nuestros antepasados en Egipto
no quedaron conmovidos ante las obras milagrosas
del Señor.
Pronto olvidaron sus muchos actos de bondad hacia ellos;
en cambio, se rebelaron contra él en el mar Rojo.
Aun así, él los salvó:
para defender el honor de su nombre
y para demostrar su gran poder.
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