Inmersion Poetas - Flipbook - Page 102
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S almos
Que tu compasión satisfaga pronto nuestras necesidades,
porque estamos al borde de la desesperación.
¡Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación!
Ayúdanos por la gloria de tu nombre;
sálvanos y perdona nuestros pecados
por la honra de tu nombre.
¿Por qué se les permite a las naciones paganas burlarse
y preguntar: «Dónde está su Dios»?
Muéstranos tu venganza contra las naciones,
porque han derramado la sangre de tus siervos.
Escucha el lamento de los prisioneros.
Demuestra tu gran poder al salvar a los condenados a muerte.
Oh Señor, multiplica siete veces tu venganza contra nuestros vecinos
por la burla que han lanzado contra ti.
Entonces nosotros, tu pueblo, las ovejas de tu prado,
te agradeceremos por siempre y para siempre,
y alabaremos tu grandeza de generación en generación.
SALMO 80
Para el director del coro: salmo de Asaf; cántese con la melodía de «Lirios del
pacto».
Te pido que escuches, oh Pastor de Israel,
tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José.
Oh Dios, entronizado por encima de los querubines,
despliega tu radiante gloria
ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Muéstranos tu gran poder.
¡Ven a rescatarnos!
Oh Dios, haznos volver a ti;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
Oh Señor, Dios de los Ejércitos Celestiales,
¿hasta cuándo seguirás enojado con nuestras oraciones?
Nos diste tristeza por comida,
y nos hiciste beber lágrimas en abundancia.
Nos convertiste en el desprecio de las naciones vecinas.
Nuestros enemigos nos tratan como si fuéramos una broma.
Haznos volver a ti, oh Dios de los Ejércitos Celestiales;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
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