Inmersion Origenes - Flipbook - Página 87
43:1-17
G é nesis
73
lo que me queda. Si algo le ocurriera en el camino, ustedes mandarían a la
tumba a este hombre entristecido y canoso.
El hambre seguía azotando la t ierra de Canaán. Cuando el grano que habían traído de Egipto estaba por acabarse, Jacob dijo a sus hijos:
—Vuelvan y compren un poco más de alimento para nosotros.
Pero Judá dijo:
—El hombre hablaba en serio cuando nos advirtió: “No volverán a ver
mi rostro a menos que su hermano venga con ustedes”. Si envías a Benjamín con nosotros, descenderemos y compraremos más alimento, pero si
no dejas que Benjamín vaya, nosotros tampoco iremos. Recuerda que el
hombre dijo: “No volverán a ver mi rostro a menos que su hermano venga
con ustedes”.
—¿Por qué fueron ustedes tan crueles conmigo? —se lamentó Jacob—.
¿Por qué le dijeron que tenían otro hermano?
—El hombre no dejaba de hacernos preguntas sobre nuestra familia
—respondieron ellos—. Nos preguntó: “¿Su padre todavía vive? ¿Tienen
ustedes otro hermano?”. Y nosotros contestamos sus preguntas. ¿Cómo
íbamos a saber que nos diría: “Traigan aquí a su hermano”?
Judá le dijo a su padre:
—Envía al muchacho conmigo, y nos iremos ahora mismo. De no ser
así, todos moriremos de hambre, y no solamente nosotros, sino tú y nuestros hijos. Yo garantizo personalmente su seguridad. Puedes hacerme responsable a mí si no te lo traigo de regreso. Entonces cargaré con la culpa
para siempre. Si no hubiéramos perdido todo este tiempo, ya habríamos
ido y vuelto dos veces.
Entonces su padre Jacob finalmente les dijo:
—Si no queda otro remedio, entonces al menos hagan esto: carguen sus
costales con los mejores productos de esta tierra —bálsamo, miel, resinas
aromáticas, pistachos y almendras—; llévenselos al hombre como regalo.
Tomen también el doble del dinero que les devolvieron, ya que probablemente alguien se equivocó. Después tomen a su hermano y regresen a ver
al hombre. Que el D
ios Todopoderoso les muestre misericordia cuando
estén delante del hombre, para que ponga a Simeón en libertad y permita
que Benjamín regrese. Pero si tengo que perder a mis hijos, que así sea.
Así que los hombres cargaron los regalos de Jacob, tomaron el doble
de dinero y emprendieron el viaje con Benjamín. Finalmente llegaron a
Egipto y se presentaron ante José. Cuando José vio a Benjamín con ellos,
le dijo al administrador de su casa: «Esos hombres comerán conmigo hoy
al mediodía. Llévalos dentro del palacio. Luego mata un animal y prepara
un gran banquete». El hombre hizo conforme a lo que José le dijo y los
llevó al palacio de José.
InmersionOrigenes_NTV.indd 73
10/12/2017 10:05:44 AM