Inmersion Origenes - Flipbook - Página 46
32
INMERSIÓN
•
ORÍGENES
22:2-18
—Sí —respondió él—, aquí estoy.
—Toma a tu hijo, tu único hijo —sí, a Isaac, a quien tanto amas— y vete
a la t ierra de Moriah. Allí lo sacrificarás como ofrenda quemada sobre uno
de los montes, uno que yo te mostraré.
A la mañana siguiente, Abraham se levantó temprano. Ensilló su burro
y llevó con él a dos de sus siervos, junto con su hijo Isaac. Después cortó
leña para el fuego de la ofrenda y salió hacia el lugar que Dios le había
indicado. Al tercer día de viaje, Abraham levantó la vista y vio el lugar a la
distancia. «Quédense aquí con el b urro —dijo Abraham a los siervos—.
El muchacho y yo seguiremos un poco más adelante. Allí adoraremos y
volveremos enseguida».
Entonces Abraham puso la leña para la ofrenda sobre los hombros de
Isaac, mientras que él llevó el fuego y el cuchillo. Mientras caminaban juntos, Isaac se dio vuelta y le dijo a Abraham:
—¿Padre?
—Sí, hijo mío —contestó Abraham.
—Tenemos el fuego y la leña —dijo el muchacho—, ¿pero dónde está
el cordero para la ofrenda quemada?
—Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío —contestó Abraham.
Así que ambos siguieron caminando juntos.
Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un
altar y colocó la leña encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el
altar, encima de la leña. Y Abraham tomó el cuchillo para matar a su hijo
en sacrificio. En ese momento, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo:
—¡Abraham! ¡Abraham!
—Sí —respondió Abraham—, ¡aquí estoy!
—¡No pongas tu mano sobre el muchacho! —dijo el ángel—. No le
hagas ningún daño, porque ahora sé que de verdad temes a Dios. No me
has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo.
Entonces Abraham levantó los ojos y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos en un matorral. Así que tomó el carnero y lo sacrificó
como ofrenda quemada en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar
Yahveh-jireh (que significa «el Señor proveerá»). Hasta el día de hoy, la
gente todavía usa ese nombre como proverbio: «En el monte del Señor
será provisto».
Luego el ángel del S eñor volvió a llamar a Abraham desde el cielo.
—El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que ciertamente te
bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como
las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; y mediante tu descendencia,
InmersionOrigenes_NTV.indd 32
10/12/2017 10:05:39 AM