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INMERSIÓN
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ORÍGENES
32:8-27
del pueblo de Israel de cruzar a la tierra que el Señor le ha dado? Sus
antepasados hicieron lo mismo cuando los envié de Cades-barnea a explorar la tierra. Después que subieron al valle de Escol y exploraron la
tierra, desanimaron al pueblo de Israel para que no entrara a la tierra que
el Señor le daba. Por eso el Señor se enojó mucho contra ellos y juró:
“De todos los que rescaté de Egipto, ninguno de veinte años o más verá
jamás la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no me han
obedecido de corazón. Las únicas excepciones son Caleb, hijo de Jefone
el cenezeo, y Josué, hijo de Nun, porque ellos han seguido al S eñor de
todo corazón”.
»El S eñor se enojó con los israelitas y los hizo vagar en el desierto
durante cuarenta años hasta que murió la generación entera que había
pecado a los ojos del Señor. ¡Pero ahora aquí están ustedes, raza de pecadores, haciendo exactamente lo mismo! Ustedes están provocando que
el Señor se enoje aún más con Israel. ¡Si ustedes se alejan de él y él abandona nuevamente al pueblo en el desierto, ustedes serán responsables de
la destrucción de la nación entera!
Pero ellos se acercaron a Moisés y le dijeron:
—Nosotros simplemente queremos construir corrales para nuestros
animales y ciudades fortificadas para nuestras esposas e hijos. Después
tomaremos las armas e iremos al frente de nuestros hermanos israelitas a la
batalla, hasta que los llevemos seguros a su tierra. Mientras tanto, nuestras
familias se quedarán en las ciudades fortificadas que construiremos aquí,
para que no c orran peligro de los ataques de la gente del lugar. No volveremos a nuestras casas hasta que todo el pueblo de Israel haya recibido su
porción de tierra. Sin embargo, no reclamamos ninguna parte de la t ierra
del otro lado del Jordán. Preferimos vivir aquí, al oriente del Jordán y la
aceptamos como nuestra porción de tierra.
Entonces Moisés les dijo:
—Si ustedes cumplen su palabra y se preparan para ir a la batalla del
Señor, y si sus tropas cruzan el Jordán y siguen en la lucha hasta que el
Señor expulse a sus enemigos, entonces podrán volver cuando el Señor
haya conquistado la tierra. Habrán cumplido con su deber ante el Señor
y ante el resto del pueblo de Israel. Y la tierra al oriente del Jordán será su
propiedad de parte del Señor. Pero si no cumplen su palabra, entonces
habrán pecado contra el Señor y estén seguros de que su pecado los alcanzará. Adelante, entonces, construyan ciudades para sus familias y c orrales
para sus rebaños, pero cumplan con todo lo que prometieron.
Entonces los hombres de Gad y de Rubén respondieron:
—Nosotros, tus servidores, seguiremos tus instrucciones al pie de la
letra. Nuestros hijos y nuestras esposas, los rebaños y el ganado permanecerán aquí en las ciudades de Galaad. Pero todos los que puedan portar
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