Inmersion Origenes - Flipbook - Página 213
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L e v ítico
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ofrendas sagradas. Ni siquiera los huéspedes ni los obreros contratados
en el hogar del sacerdote podrán comerlas. Sin embargo, si el sacerdote
compra un esclavo, ese esclavo podrá comer de las ofrendas sagradas; y
si sus esclavos tienen hijos, ellos también podrán comer de esas ofrendas.
Pero si la hija de un sacerdote se casa con alguien fuera de la familia de
los sacerdotes, ella no podrá comer más de las ofrendas sagradas; pero si
queda viuda o se divorcia y no tiene hijos que la sostengan, y ella regresa a
vivir a la casa de su padre como en su juventud, podrá volver a comer del
alimento de su padre. Aparte de eso, nadie ajeno a la familia del sacerdote
podrá comer de las ofrendas sagradas.
»Si una de esas personas come de las ofrendas sagradas sin darse cuenta,
deberá pagarle al sacerdote por lo que comió, más un veinte por ciento
adicional. Los sacerdotes no deben permitir que los israelitas contaminen
las ofrendas sagradas que llevan al S eñor dejando que personas no autorizadas las coman. Eso los haría culpables y deberán pagar compensación.
Yo soy el S eñor quien los hace santos».
El Señor le dijo a Moisés: «Da a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas
estas instrucciones; son aplicables tanto para los israelitas de nacimiento
como para los extranjeros que viven entre ustedes.
»Si presentas una ofrenda quemada al Señor, ya sea para cumplir
un voto o como una ofrenda voluntaria, serás aceptado únicamente si la
ofrenda es un animal macho sin defecto. Podrá ser un toro, un carnero o
un chivo. No presentes un animal con defectos, porque el Señor no lo
aceptará a tu favor.
»Si presentas al Señor una ofrenda de paz de la manada o del rebaño,
ya sea para cumplir un voto o como ofrenda voluntaria, deberás ofrecer
un animal perfecto. No se permite que tenga ninguna clase de defecto.
No debes ofrecer un animal ciego, cojo o herido, o que tenga una verruga,
llagas en la piel o costras. Nunca ofrecerás tales animales al Señor sobre
el altar como ofrendas especiales. Si un toro o un cordero tuviera una pata
más larga o más corta que las demás, se podrá presentar como una ofrenda
voluntaria, pero no como una ofrenda para cumplir un voto. Tampoco
presentarás al Señor un animal que tenga los testículos dañados o que esté
castrado. No harás esto en tu propia tierra, y no deberás aceptar animales
así de los extranjeros y luego ofrecerlos como sacrificio a tu Dios. Dichos
animales no serán aceptados a tu favor, porque están mutilados o tienen
defectos».
El Señor le dijo a Moisés: «Cuando nazca un ternero, un cordero o un
cabrito, deberá permanecer al lado de su madre durante siete días. A partir
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