Inmersion Origenes - Flipbook - Página 157
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día será excluido de la comunidad. Tienen seis días en la semana para hacer
su trabajo habitual, pero el séptimo día será un día de descanso absoluto,
un día santo, dedicado al S eñor. Cualquiera que trabaje el día de descanso
será ejecutado. El pueblo de Israel deberá guardar el día de descanso y
conmemorarlo de generación en generación. Es una obligación del pacto
para siempre. Es una señal perpetua de mi pacto con el pueblo de Israel.
Pues en seis días el S eñor hizo los cielos y la tierra, pero en el séptimo
dejó de trabajar y descansó”».
Cuando el S eñor terminó de hablar con M
oisés en el monte Sinaí, le
dio las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto, escritas
por el dedo de Dios.
Cuando los israelitas vieron que Moisés tardaba tanto en bajar del monte,
se juntaron alrededor de Aarón y le dijeron:
—Vamos, haznos dioses que puedan guiarnos. No sabemos qué le sucedió a ese tipo, M
oisés, el que nos trajo aquí desde la tierra de Egipto.
Aarón les respondió:
—Quítenles a sus esposas, hijos e hijas los aretes de oro que llevan en
las orejas y tráiganmelos.
Todos se quitaron los aretes que llevaban en las orejas y se los llevaron
a Aarón. Entonces Aarón tomó el oro, lo fundió y lo moldeó hasta darle
la forma de un becerro. Cuando los israelitas vieron el becerro de oro,
exclamaron: «¡Oh Israel, estos son los dioses que te sacaron de la tierra
de Egipto!».
Al ver Aarón el entusiasmo del pueblo, edificó un altar frente al becerro.
Luego anunció: «¡Mañana celebraremos un festival al Señor!».
Temprano a la mañana siguiente, el pueblo se levantó para sacrificar
ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Después, todos celebraron con
abundante comida y bebida, y se entregaron a diversiones paganas.
El S eñor le dijo a Moisés:
—¡Baja ya de la montaña! Tu pueblo, el que sacaste de la tierra de
Egipto, se ha c orrompido. ¡Qué pronto se apartaron de la forma en que
les ordené que vivieran! Fundieron oro y se hicieron un becerro, y se inclinaron ante él y le ofrecieron sacrificios. Andan diciendo: “Oh Israel, estos
son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto”.
Después el Señor dijo:
—He visto lo terco y rebelde que es este pueblo. Ahora quítate de en
medio, para que mi ira feroz pueda encenderse contra ellos y destruirlos.
Después, Moisés, haré de ti una gran nación.
Pero M
oisés trató de apaciguar al Señor su D
ios.
—¡Oh Señor! —le dijo—, ¿por qué estás tan enojado con tu propio
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