Inmersion Mesias - Flipbook - Página 487
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conocen a D
ios nos prestan atención. Como ellos no pertenecen a Dios,
no nos prestan atención. Así es como sabemos si alguien tiene el Espíritu
de verdad o el espíritu de engaño.
Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene
de Dios. Todo el que ama es un hijo de D
ios y conoce a D
ios; pero el que
no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único H
ijo al mundo, para
que tengamos vida eterna por medio de él. En esto consiste el amor verda
dero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
Queridos amigos, ya que D
ios nos amó tanto, sin duda nosotros tam
bién debemos amarnos unos a otros. Nadie jamás ha visto a D
ios; pero
si nos amamos unos a otros, D
ios vive en nosotros y su amor llega a la
máxima expresión en nosotros.
Y Dios nos ha dado su E
spíritu como prueba de que vivimos en él y él en
nosotros. Además, hemos visto con nuestros propios ojos y ahora damos
testimonio de que el Padre envió a su Hijo para que fuera el Salvador del
mundo. Todos los que declaran que J esús es el H
ijo de Dios, Dios vive en
ellos y ellos en D
ios. Nosotros sabemos cuánto nos ama D
ios y hemos
puesto nuestra confianza en su amor.
Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive
en ellos; y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por
lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar
ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo.
En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa
todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que
no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de D
ios. Nos ama
mos unos a otros, porque él nos amó primero.
Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente, esa persona
es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a
amar a Dios, a quien no podemos ver? Y él nos ha dado el siguiente man
dato: los que aman a D
ios deben amar también a sus hermanos creyentes.
Todo el que cree que J esús es el C
risto ha llegado a ser un hijo de D
ios.
Y todo el que ama al P
adre ama también a los hijos nacidos de él. Sabe
mos que amamos a los hijos de D
ios si amamos a D
ios y obedecemos
sus mandamientos. Amar a D
ios significa obedecer sus mandamientos,
y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Pues todo hijo de
Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio
de nuestra fe. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Única
mente los que creen que Jesús es el H
ijo de Dios.
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