Inmersion Mesias - Flipbook - Página 446
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INMERSIÓN
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MESÍAS
5:13-35
El hombre no lo sabía, porque J esús había desaparecido entre la multi
tud; pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano;
así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor». Entonces el
hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era J esús quien lo había
sanado.
Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar a Jesús por haber violado
las reglas del día de descanso. Pero J esús respondió: «Mi Padre siempre
trabaja, y yo también». Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más
por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de des
canso sino que, además, decía que D
ios era su P
adre, con lo cual se hacía
igual a D
ios.
Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer
nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo
que hace el P
adre, también lo hace el Hijo, pues el Padre ama al H
ijo y le
muestra todo lo que hace. De hecho, el Padre le mostrará cómo hacer cosas
más trascendentes que el sanar a ese hombre. Entonces ustedes quedarán
realmente asombrados. Pues, así como el Padre da vida a los que resucita
de los muertos, también el Hijo da vida a quien él quiere. Además, el Padre
no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juz
gar, a fin de que todos honren al H
ijo así como honran al P
adre. El que no
honra al H
ijo ciertamente tampoco honra al Padre que lo envió.
»Les digo la verdad, todos los que escuchan mi mensaje y creen en D
ios,
quien me envió, tienen vida eterna. Nunca serán condenados por sus pe
cados, pues ya han pasado de la muerte a la vida.
»Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado—
cuando los muertos oirán mi voz, la voz del H
ijo de D
ios, y los que escu
chen, vivirán. El Padre tiene vida en sí mismo y le ha entregado a su Hijo
ese mismo poder de dar vida. Y le ha dado autoridad para juzgar a todos,
porque es el H
ijo del H
ombre. ¡No se sorprendan tanto! Ciertamente, ya
se acerca el tiempo en que todos los que están en las tumbas oirán la voz
del Hijo de Dios y resucitarán. Los que hicieron el bien resucitarán para
gozar de la vida eterna, y los que continuaron en su maldad resucitarán
para sufrir el juicio. Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo
según Dios me indica. Por lo tanto, mi juicio es justo, porque llevo a cabo
la voluntad del que me envió y no la mía.
»Si yo diera testimonio en mi propio favor, mi testimonio no sería vá
lido; pero hay otro que también da testimonio de mí, y les aseguro que
todo lo que dice acerca de mí es verdad. De hecho, ustedes enviaron a sus
hombres para que escucharan a Juan el Bautista, y el testimonio que él dio
acerca de mí fue cierto. Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero
digo estas cosas para que ustedes sean salvos. Juan era como una lámpara
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